El presentador acaba de vivir uno de los momentos más tensos de su vida. Este lunes, sufrió un desprendimiento de retina que estuvo a punto de dejarle ciego de un ojo. Afortunadamente, fue intervenido de urgencia y todo ha quedado en un susto: "Ahora estamos pendientes de mi recuperación".
El mismo Jordi González se lo ha contado a la periodista Pilar Eyre: "La retina de mi ojo izquierdo tuvo a bien desprenderse, la muy hija de puta", ha dicho. Por suerte (o por desgracia), el presentador había sufrido esta misma dolencia un año antes en el otro ojo, por lo que supo interpretar los síntomas y llamar rápidamente a una ambulancia. Tal y como él relata, fue operado de urgencia y después de tres horas de quirófano, ni si quiera los médicos estaban seguros del resultado: "Por mi cabeza pasaron los pensamientos más negros".
Finalmente todo salió bien. Ahora debe guardar reposo y ser paciente en su recuperación: "Aun con este contratiempo, no me amilano ni estoy triste", ha dicho con ánimo.
Este tipo de percances es habitual en personas operadas de miopía, como es el caso de González, que trató de corregir su defecto visual hace unos años. Además, los potentes focos de los platós que soporta gran parte del año tampoco le favorecen en este sentido.
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