Aunque acostumbrado a estar en el ojo del huracán por escándalos de diversa índole, el jinete Álvaro Muñoz Escassi está inquieto desde hace meses a causa de un vídeo muy comprometido suyo que circula en determinados ambientes. Es un clip de varios minutos de duración que pasa de mano en mano y en el que el ex de Sonia Ferrer aparece mientras mantiene una vídeo llamada con otra personas. Ya este verano salieron a la luz mensajes hot de Escassi con una actriz porno. De rebote, alguna de sus ex amantes está horrorizada por lo que pudiera pasar.
En las imágenes filtradas, aparece el logotipo de Skype. Este aspecto tiene preocupado todavía más a Álvaro porque se trataría de un gesto malintencionado por parte de alguna de sus tantas amigas. Pero, ¿quién habría traicionado al donjuán sevillano de esta forma?
Quienes han tenido la oportunidad de ver el vídeo aseguran a Informalia que es "demasiado fuerte". Por eso, dicen que es improbable que pueda ser emitido en algún programa de televisión o que salga publicado en una revista sin censura. Además, expertos consultados por este portal confirman que la difusión de estas imágenes supondría una vulneración clara del derecho a la intimidad. Sin embargo, Escassi puertas adentro ha manifestado su intranquilidad ante la posibilidad de que alguna web dé el paso o se compartan en las redes sociales sus imágenes.
El jinete vuelve a estar en el punto de mira después de un verano mediáticamente movidito. A finales de julio salieron a la luz unas fotografías junto a Carmen Matutes, la mayor de los cuatro hijos del que fuera ministro de Exteriores en la primera legislatura de José María Aznar, Abel Matutes. Sin embargo, Álvaro ya ha declarado que la empresaria, con quien se le relaciona desde el verano de 2017, no es su novia.
La vida de Escassi avanza de escándalo en escándalo. Si saltó a la fama en 2007 por sus infidelidades a Lara Dibildos, seis años después fue pillado engañando a Patricia Martínez con la presentadora Sonia Ferrer durante las grabaciones del programa ¡Mira Quién Salta!. Otro de sus grandes bombazos lo soltó en el verano de 2015, cuando reveló la existencia de su hija Anna Barrachina después de 20 años guardando el secreto. En diciembre año siguiente, el jinete se casó con la multimillonaria venezolana Raquel Bernal, de quien se separó a los cinco meses. Poco después, salieron los testimonios de dos jóvenes que hablaron de deslealtades a Bernal en la misma noche de bodas.
Sea como fuere, Álvaro tiene enemigas y enemigos, y no es impensable que el jinete sea víctima de una pornovenganza. Una de las fuentes de ingresos del sevillano es su imagen de conquistador y su aspecto atractivo y varonil, como lo prueba el hecho de que protagonizó un reality para Telecinco titulado I Love Escassi hace ocho años. El vídeo al parecer no le deja bien parado en ese sentido, de acuerdo con una fuente conocedora de la situación.
Tampoco es descartable que esta supuesta pornovenganza relance la vida mediática del jinete, necesitado en teoría madera que alomente la caldera de la fama y por tanto mantenga su caché en nieveles interesantes de cara a exclusivas o participaciones en programas.
La situación económica de Escassi no es boyante. Se publicó que había estadoimputado por estafa y que hasta el cobrador del Frac le perseguía para tratar de saldar sus deudas. Enemigos no le faltan.

No hay que mirar muy lejos para hallar el caso de la ex concejala de Los Yébenes Olvido Hormigos, cuyo pasaporte a la fama fue precisamente un vídeo porno, íntimo filtrado en el que aparecía masturbándose para un amante y que fue ampliamente difundido. Por cierto que Olvido y Álvaro participaron juntos en el reality ¡Mira quién salta!, en 2013, el mismo en el que lo que saltó (por los aires) fue el matrimonio de Sonía Ferrer, también participante, con el cirujano plástico Marco Vricella. El italiano, padre de la única hija de Ferrer, no llevó bien su separación.
Por cierto que, años después de que Álvaro y Sonia rompieran su breve pero intensa relación, se publicó que el jinete "tenía pillada" a la presentadora por un vídeo sexual, un aspecto que ninguno de los dos confirmaron jamás en público pero que tampoco desmintieron.
