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El sastre del Ibex: "A Pedro Sánchez le pongo un cinco muy raspado"

La residencia del embajador británico en España, Simon Manley, fue este martes el escenario perfecto para el evento más exclusivo del otoño. El anfitrión contestó a preguntas tan comprometidas cómo "¿Quién viste mejor, el duque de Edimburgo o su pariente Felipe VI?". "Voy a ser diplomático: el Rey de España", dijo.

No estaba allí nuestro soberano. Uno de los españoles más importantes de la noche era Joaquín Fernández Prats, conocido como el sastre del Ibex por su clientela y su trabajo en Sastrería y Camisería Langa. Al acto acudieron personalidades como Kostis de Bulgaria y Alfonso de Borbón, y grandes firmas británicas con un denominador común: la confección absolutamente artesanal. A las puertas de la casa del madrileño barrio de Puerta de Hierro, decorada de forma cómoda y clásica, montaban guardia dos lujosos Bentley, la firma de coches británica que cumple cien años en 2019. En el jardín, un trío musical amenizó una velada inolvidable. Se podía incluso jugar al cricket sobre un césped perfecto de apariencia cuidadosamente descuidada muy british, algo alto, como la mayoría de los asistentes.

Afeitarse en una barbería improvisada, probarse los sombreros de Tom Smart y lo mejor de todo: acariciar los tejidos de Holland and Sherry, confeccionados con la mejor lana merina. De su tejido más exclusivo, Tesoro, producido con las mejores fibras de los vellones de lana merina de una granja en Australia, solo se pueden hacer 18 trajes y 25 chaquetas al año en todo el mundo. El precio de un traje confeccionado con una tela cuyo tacto definió su CEO, Frank O'Really, como la "caricia de una nube", oscila entre los 6.000 y 7.000 euros. Y puede encargarse en Sastrería Langa. Hay opciones más económicas en otros tejidos, pero no suelen bajar de los 1.800 euros. Entrevistamos a Joaquín Fernández Prat, quien nos dio algunas pistas sobre la elegancia masculina.

¿Está acabando la confección en serie con la sastrería absolutamente artesanal como la vuestra?

Llevamos desde 1960 y somos muy pocos los que van quedando en el oficio, pero no hay una competencia posible con el prêt-à-porter para hombre. Lo que hacemos nosotros no es comparable. Está habiendo un cambio generacional que se está reeducando.

Sé que vistes a importantes cargos, directivos del Ibex… ¿Hay también actores?

Sí, por supuesto. No nos gusta decir el nombre de nuestros clientes, pero también hay personajes del mundo artístico entre nuestra clientela.

¿Qué opina de la forma de vestir de Felipe VI?

No le he vestido y espero hacerlo, pero se le puede mejorar mucho. Estoy de acuerdo con el embajador, hay que barrer para casa, no voy a ser yo quien le lleve la contraria, pero yo le iría estrechando la ropa. Lleva vistiendo el mismo tipo de corte desde que era muy joven. Si se dejara, yo le haría las bocas de pantalón algo más estrechas, las chaquetas más ceñidas. Es muy sobrio y elegante, pero no le iría mal un toque más actual. Por lo demás es impecable, trajes oscuros, camisas claras, jamás se le verá una arruga... Es perfecto y como dice José María González Galiacho, autor de El blog del Aristócrata, la elegancia absoluta no suele ser perfecta.

Si comparamos al actual Rey con su padre, ¿qué conclusión sacamos?

El Rey Emérito era mucho más audaz que su hijo en moda, arriesgaba mucho más. Era más moderno.

¿Y la reina Letizia?

A pesar de ser más bajita que Felipe VI no es que esté a su altura, está por encima incluso de él. Es valiente, cuida mucho más la imagen y está más al día en tendencias que su marido.

¿Qué famosos destacaría por su elegancia?

Arturo Fernández. Hay pocos como él. No hay más que mirar las revistas, cuando hacen listados de los más elegantes no existe un criterio unificador en el ámbito del buen vestir. Pueden ser los más atractivos o los más famosos, pero ni de lejos los más elegantes. Rafa Medina viste muy bien y Enrique Ponce también. ¿Los deportistas? Visten muy mal, si no pone Adidas o Nike no hay nada que hacer con ellos.

¿Le gustaría vestir a Cristiano Ronaldo?

Sí, y lo haría por un tema absolutamente mediático. Para llegar mediante él a un público muy joven que tiene que darse cuenta de que ir al sastre no es cosa de sus padres ni de sus abuelos, que en la sastrería pueden encontrar trajes modernos y diferentes a lo que creen.

¿Lo más imperdonable a la hora de vestir en un hombre?

Unos zapatos sucios. No hay perdón de Dios para eso. Desgraciadamente he visto a mucha gente vestida de forma impecable y con unos zapatos que daban pena. Yo he hecho a clientes trajes nuevos magníficos y me he quedado perplejo cuando presumían de que llevaban unos zapatos en mal estado que les habían durado más de treinta años. Parece inconcebible pero lo es.

¿Qué hay que desechar por completo del armario?

Los calcetines de lycra, los zapatos castellanos están algo pasados de moda con los trajes... Las camisas de cuello con botones para vestir nunca se deben llevar con corbata. He visto a gente muy importante que las combina, especialmente periodistas, y también ejecutivos del Ibex. No todos visten bien.

¿Y los políticos?

Alguien que me gustaba cómo vestía era Zaplana.

¿Qué puntuación le daría a Pedro Sánchez?

Un cinco, pero un cinco raspado, muy raspado.

Para terminar, ¿qué fondo de armario masculino recomendaría?

Cuatro o cinco trajes, uno de ellos azul y uno gris, un ojo de perdiz, uno de cuadros Gales, camisas blancas, azules, algunas con alguna rayita... Con eso se puede empezar.

¿Y las corbatas?

Sobrias, en principio, pero un consejo: no deshacerse de ninguna, la moda en las corbatas es cíclica, vuelve todo.

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Comentarios 1

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Carmen
A Favor
En Contra

Después del temita de los trajes de Camps, lo que menos nos interesa es tener a políticos preocupados por sus trajes.

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