La soprano, de 85 años, ingresó el pasado miércoles en el hospital de Sant Pau de Barcelona aquejada de unos problemas de vesícula que arrastra desde hace años. Al parecer, la evolución de la cantante es positiva, pero el equipo médico extrema la precaución debido a su avanzada edad.
Según La Vanguardia, está previsto que Montserrat Caballé reciba el alta médica a lo largo de esta semana y continúe recuperándose en casa con seguimiento ambulatorio.
La soprano, considerada la gran diva de la ópera del siglo XXI, arrastra serios problemas de salud desde hace años. En 1985 le diagnosticaron un tumor cerebral que le obligó a retirarse temporalmente de los escenarios durante casi una década, aunque realizó algunas actuaciones esporádicas, como la gala de inauguración de los JJ.OO. de Barcelona junto a Freddy Mercury. En 2012 sufrió un ictus del que, afortunadamente, se recuperó sin secuelas.
Los problemas de movilidad son su talón de Aquiles. En 1997 fue operada por primera vez de una hernia, una lesión que volvió a llevarla al quirófano en el año 2001. En 2012 se rompió el húmero por una caída y su recuperación fue lenta y complicada, obligándola a retirarse temporalmente de los escenarios nuevamente. A raíz de esto, en 2014 fue intervenida para colocarle una prótesis en la zona dañada. Desde entonces no levanta cabeza y sus problemas con Hacienda no han ayudado a mejorar su estado anímico. En diciembre de 2015 fue condenada a pagar una multa de más de 250.000 euros por defraudar 500.000 al tributar en Andorra cuando su residencia estaba en Barcelona. La cantante tuvo que testificar vía conferencia, ya que sus problemas de movilidad le impedían trasladarse al juzgado.
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