La hija de Rocío Carrasco y Antonio David no acudió a la procesión de la Virgen de Regla -cita casi obligada para el clan Jurado- el pasado 8 de septiembre, ni tampoco se la ha visto este verano junto a algunos de sus familiares en Costa Ballena, localidad gaditana en la que José Ortega Cano posee una residencia familiar. Desde el 24 de mayo no había aparecido en un evento público.
Pero tres meses y medio después Rocío Flores ha salido de su escondite para apoyar a su padre. Siempre lo ha hecho pero ahora Antonio David está, inmerso en una situación angustiosa y, es que, todavía no conoce la fecha de su juicio por alzamiento de bienes pero será durante este mes de septiembre cuando se conozca la el día en el que el que fuera Guardia Civil tendrá que hacer frente a este problema judicial, según ha podido saber Informalia.
Este martes a media mañana Rocío acudió junto a su tía Gloria Camila a un centro de estética y bronceado en Madrid. Seria y cabizbaja, Rocío Flores no habló sobre la situación de su padre tras haberse declarado insolvente.
Rocío estaría dispuesta a declarar a favor de Antonio David si hiciera falta en los juicios contra su madre. De hecho, según reveló la revista Pronto ella misma confesó a su entorno que haría cualquier cosa por ayudarle. La información cuadra con lo que dice la propia Rocío en sus redes sociales. Para ella Antonio David es su pilar fundamental. "Nació la persona más importante de nuestra vida. He de darte las gracias por ser parte de mí , por dejarte la piel en nosotros. Te quiero con locura", escribió en una de sus últimas publicaciones para felicitar a su padre por su cumpleaños. Antonio David reapareció en agosto, en las redes sociales, para apoyar a Olga, su mujer, en la promoción de una tienda situada en la capital de la Costa del Sol.