La imagen de la hija pequeña de María Teresa con su rostro tras pasar por el quirófano es impactante. Ha vendido hasta los hematomas de su operación. Ha sido el doctor Javier de Benito, el cirujano que ha realizado la operación y por cuyas manos han pasado desde el rey Fahd de Arabia hasta Jordi Puyol o Gina Lollobrigida, quien ha contado los detalles de la intervención de Carmen Borrego

En lo que todos coinciden es en que Carmen Borrego va a quedar muy bien tras pasar por las manos del cirujano, que promete dejarla "mejor que cuando tenía veinte y pico de años". El día 12 de septiembre la podremos ver ya desprendida de las vendas.
"Lo que la obsesionaba a ella era la papada, pero una vez metidos en faena le propusimos que en la zona de los ojos, donde tiene mucho tejido caído, le levantáramos un poco las cejas y le diéramos un refresco a la mirada. Además, le hemos quitado la grasa de la parte de las bolsas", afirma De Benito, que es optimista con el resultado final.
Borrego se exhibe ante las cámaras con las secuelas propias de las intervenciones recientes a las que se ha sometido y ha comentado su experiencia con el bisturí. "Han pasado 48 horas, pero estoy bien. Aunque asustada por el resultado. Me veo en los espejos de lado porque me da miedo", dice. "El médico me ha aconsejado que no me vea porque estoy hinchada", aclara.

La hermana de Terelu da todos los detalles detalles sobre sus primeras horas tras ser intervenida: "El primer día, que no estas hinchada, la gente que venia a verme me decían que me habían dejado muy bien, pero claro pasaron las horas y después me hinché y las caras eran otras. Ahora me dicen de entrar otra vez en quirófano y no lo haría, pero es porque no me he visto", afirma. "Yo tengo muy mal despertar de anestesia, pero claro como no me acuerdo me da igual", añade.
El doctor Javier de Benito admite que su paciente "se descontroló un poco". El especialista recuerda que cuando terminaron "se despertó muy bien pero se puso en vertical, empezó a moverse mucho y casi nos pega a los médicos. Tuvimos que darle un tranquilizante y todo eso se terminó", relata el doctor.
