La ex concursante de la tercera edición de Gran Hermano se ha sentado en Sábado Deluxe y ha lanzado un bombazo: ha desvelado que ha roto su matrimonio con su esposa ocho meses después de su boda y ha comenzado una nueva relación con otra mujer.
Raquel y su pareja pensaban que su amor iba a durar toda la vida y tras ocho años de relación se dieron el "sí quiero" el año pasado. Sin embargo, su matrimonio se ha acabado y así lo ha explicó la ex Gran Hermana, quién también declaró que en la decisión ha influido otra persona.
"Ha influido una tercera persona que ha servido para darme cuenta de que mi vida no era una vida feliz, era una vida cómoda", explicó Raquel. Además, la ex concursante contó que había cargado con "una mochila" durante mucho tiempo y se había autoconvencido de que ese tipo de relación era lo que ella quería. "Yo creía que era la mujer de mi vida, creía que iba a vivir así toda mi vida, pero eso no significa que fuera feliz", ha explicado.
Asimismo, Morillas ha confesado que la convivencia fue una de las causas de su ruptura: "Vivimos momentos muy buenos, pero es cierto que cuando empezamos a vivir juntas hay cosas que cambian y que voy cargando. Me quejo, pero digo no pasa nada", relató.
Esta situación le hizo sentirse sola y retomar el contacto con una antigua amiga de hace más de 10 años. Al principio solo chateaban, pero después se enamoró. "Empezamos a hablar cada vez más hasta que se me fue de las manos, y me hizo ver la vida que yo tenía: ir al médico sola, a comprar, a la playa... y me di cuenta de que vivía con una compañera de piso", dijo Raquel.
De esta manera parece que la ex gran hermana ha comenzado una nueva etapa amorosa que asegura la hace muy feliz. Además, la ex de Noemí Ungría ya ha superado la ludopatía que sufrió hace más de dos años y por la que llegaba a gastar 1.000 euros en una mañana jugando al póker por Internet.
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