La modelo y nueva esposa del intérprete no es una cara conocida en nuestro país, aunque estuvo viviendo en España durante dos años, cuando tenía 15 y salía con un futbolista que jugó en el Getafe. Es natural de Biarritz, el País Vasco francés, pero tiene descendencia siciliana y marroquí. Así es la joven de 21 años que ha enamorado al actor de 51.
Tina Kunakey (21) se mudó a Madrid cuando todavía era una adolescente y lo hizo persiguiendo a su amor, el jugador de fútbol Robin Lafarge (26). En una entrevista concedida a Vanity Fair Italia, la joven desveló que sus "padres estaban de acuerdo" con su marcha a España. "Me inscribí en el Liceo Francés de Madrid y seguí estudiando. Además, empecé a trabajar como modelo, así que llevaba una vida adulta", contaba. De aquellos años con Lafarge, Tina guarda algunas fotografías en Instagram y numerosos comentarios amorosos entre ambos.
La carrera de Kunakey despegó en tierras españolas tras su fichaje por la agencia de modelos MAD Model Managament, con la que trabaja actualmante. Tiempo después, se mudó a Londres para seguir trabajando en el mundo de la moda. Sin embargo, no fue hasta marzo de 2016 cuando saltó a la fama tras protagonizar el videoclip del famoso rapero francés Kalash. El verano de aquel año llamó la atención de la prensa internacional tras subir una foto con el actor Vicent Cassel (51), ex marido de Monica Belucci.
Vicent y Tina se conocieron en Ibiza y ella asegura que no tenía ni idea de quién era cuando se lo presentaron. "No sabía cuántos años tenía cuando la conocí. Al día siguiente, cuando me lo contó, me sorprendió un poco, pero pensé: bueno, fue así...No se puede elegir de quién enamorarse", remoró Cassel. En noviembre de 2016 se oficializó su relación al acudir juntos al desfile de Victoria's Secret.
Los años han pasado y este agosto han sellado su amor en San Juan de Luz, en una ceremonia por lo civil en la que ambos iban vestidos de blanco. Ella con un vestido de Vera Wang y él con un impecable traje blanco con camisa lila y gafas de sol. Una boda nada convencional para una pareja muy especial. La celebración duró nada más y nada menos que tres días y culminó con un Vicent en toalla cantando una canción de samba a su amada, quien le escuchaba desde un balcón.
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