El Tribunal Supremo condenó al marido de la infanta Cristina a cinco años y diez meses de cárcel pero dos meses después de su ingreso en prisión, Iñaki Urdangarin ha sido clasificado en segundo grado penitenciario. La Junta de Tratamiento de la cárcel abulense de Brieva, donde ingresó el pasado 18 de junio, lo acordó el pasado día 17 de agosto.
Urdangarin lleva poco más de dos meses en el mismo módulo que acogió hace años al ex director de la Guardia Civil Luis Roldán. El cuñado de Felipe VI vive aislado de las 100 mujeres internas de Brieva. Lee, hace deporte (tiene una cinta de correr y una bicicleta estática) y da paseos en el patio de 175 metros cuadrados que tiene solo para él. Y dicen que reza a la Virgen Blanca, patrona de Vitoria.
El 'ilustre' recluso puede disfrutar de tres vis a vis al mes: uno íntimo con su pareja, otro con sus hijos y otro con otro tipo de familiares. También tiene derecho a 40 minutos de comunicaciones semanales dentro de la prisión, que se pueden dividir en dos citas de 20 minutos cada una.
La concesión del segundo grado, confirmada a la agencia Efe por Instituciones penitenciarias que, por otra parte, obtienen la mayoría de los presos no varía esa rutina diaria. Cuando el yerno del rey Juan Carlos cumpla un cuarto de la condena podrá gozar del primer permiso penitenciario, lo cual ocurrirá en las navidades de 2019.
Según la definición de Instituciones Penitenciarias, "son clasificados en segundo grado los penados en quienes concurren unas circunstancias personales y penitenciarias de normal convivencia, pero sin capacidad para vivir, por el momento, en semilibertad".
El segundo grado permite al recluso solicitar permisos siempre y cuando haya cumplido un cuarto de su condena, es decir, que hayan pasado 17 meses y medio. A partir de ese momento el preso puede disfrutar de 36 días al año de salidas, si lo aprueba la Junta de Tratamiento de la prisión. No obstante, para acelerar los beneficios penitenciarios, el recluso puede participar en un Programa Individualizado de Tratamiento (PIT), y se le pueda aplicar el artículo 100.2 vigente en Reglamento Penitenciario. Dicho artículo introduce el llamado principio de flexibilidad, con el objetivo de que cada preso disfrute de un modelo de ejecución de sentencia en el que puedan combinarse aspectos específicos de cada uno de los grados de clasificación, es decir, obtener permisos para pisar la calle antes.
No es habitual, ni siquiera a través del 100.2, que se conceda a un preso en segundo grado permisos antes del año de condena. La Junta de Tratamiento que decide, valorael arraigo laboral y familiar del recluso pero también la alarma social de un preso tan marcado mediáticamente como el cuñado del jefe del Estado. No obstante, algunos medios afirman que Urgangarin lo ha solicitado ya, tal vez con el propósito de pasar algún día de Navidad con su familia.
El tercer grado permite disfrutar de 48 días de permiso al año y acudir a prisión solo a dormir, de lunes a jueves, con el fin de semana fuera. La libertad condicional llega normalmente cuando el recluso ha cumplido dos tercios de la condena.
El pasado 11 de julio el ex duque de Palma presentó un incidente de nulidad ante el Tribunal Supremo contra la sentencia del caso Nóos. Su defensa pide que el Supremo haga un pronunciamiento absolutorio contra su cliente y estudia presentar un recurso de amparo ante el Constitucional. En el escrito, los abogados de Urdangarín alegan que el fallo carece de "base material lógica", tiene contradicciones y conclusiones predeterminadas, así como falta de motivación material y pidiendo en consencuencia, que se deje sin efecto. Quieren la libre absolución.