El rey emérito no acudió a la tradicional escapada de la Familia Real en Palma de Mallorca por motivos médicos, pero estos no le han impedido viajar a Grecia con Marta Gayá, acudir a los toros en San Sebastián o ir a Sanxenxo este martes para darse un verdadero banquete en compañía de su círculo más íntimo.

El municipio pontevedrés se ha convertido en el nuevo refugio del rey Juan Carlos. Según el programa Hechos reales, hasta allí viajó este martes con un grupo de amigos para disfrutar de una fiesta privada donde cenó, charló y rió hasta altas horas de la madrugada. No es la primera vez que se le ve en Sanxenxo este verano, aunque tampoco éste ha sido el único lugar en el que el monarca ha tratado de relajarse en su verano más complicado tras el escándalo de los audios de su amiga entrañable, Corinna zu Sayn-Wittgenstein con el ex comisario Villarejo en los que se asegura que el monarca tiene cuentas en Suiza.

Durante las primera semanas, Juan Carlos puso tierra de por medio y se fue a Grecia, concretamente a una isla privada, en compañía de un grupo de amigos entre los que se encontraba la empresaria mallorquina, Marta Gayá otra de sus amigas entrañables.

También cabe recordar la cena que el rey emérito tuvo con unos amigos nueve días antes de que la Casa Real anunciara que está de baja por una lesión de muñeca. La velada tuvo lugar el miércoles 18 de julio. Y se celebró en uno de sus restaurantes preferidos de Madrid, El Trasgu de Torrelodones.

Allí se reunió con personalidades de la talla de Javier Solana, ex ministro socialista y ex secretario general de la OTAN, que iba acompañado de su mujer, Concepción Giménez Díaz-Oyuelos; Plácido Arango, empresario mexicano de padres asturianos, que acudió junto a su pareja, la escultora vasca Cristina Iglesias; y Alicia Koplowitz, empresaria y una de las mujeres más ricas de España, con la que pudimos ver gran complicidad.

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