El mundo entero desea que los duques de Sussex amplíen la familia y aunque todavía no hay señales ni confirmación de un posible embarazo, una experta en etiqueta ha desvelado que será el pelo de Meghan Markle el que dará la pista definitiva sobre su estado, ya que tendría que cambiar algunos de los productos que suele usar.

Meghan Markle (37) es estadounidense pero tiene ascendencia afroamericana, holandesa e irlandesa: "Mi madre es negra y mi padre es holandés e irlandés, por lo que la textura de mi cabello es densamente rizada".

Para poder conseguir un cabello más liso y menos encrespado, la duquesa ha confesado que durante años se ha estado realizando alisados brasileños a base de keratina, cuyos componentes no pueden utilizarse si estás embarazada.

Por ello, la experta en etiqueta Myka Meier comentó a Fabulous Online que el día que Meghan espere un hijo, llevará el cabello recogido en más ocasiones para peinarlo más fácilmente y se le verá más rizado y encrespado.

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