El rey don Juan Carlos volvía al foco mediático este martes, en plena Semana Grande de San Sebastián, y eligió para ello la plaza de toros de la capital guipuzcoana, lo cual demuestra que puede viajar, hacer vida social (comió en Arzak) y divertirse, y nos recuerda que el parte médico que le impidió, no solo asistir a las regatas de Palma, sino estar de espectador en Marivent, si no fue una excusa fabricada por Zarzuela para impedir la foto de Felipe VI tras el tsunami Corinna, tenía fecha de caducidad. Por supuesto, tanto Su Majestad (como su hija Elena, que le acompañaba) conocía de antemano que su imagen en el palco del coso vasco iba a salir en todos los medios y supone por tanto una provocación que contradice el guión escrito desde Zarzuela tras el escándalo de la grabaciones de la lobbista germano-danesa: la familia unida y cordial en Palma, y sin imágenes de los proscritos, es decir: don Juan Carlos y Cristina. Por cierto, la señora de Urdangarin esta en Bidart, a 45 kilómetros de Donostia. No hay constancia de que el padre fuera a ver a la hija o viceversa.

Dos días antes de iniciarse la regata con la que el emérito debía viajar a Palma para reunirse con su familia y competir en la Copa del rey (después de años de ausencia), el padre del jefe del Estado habló con entusiasmo de su regreso a isla con el presidente del Club Naútico, como ha confirmado el propio presidente Javier Sanz a Informalia.







También hemos sabido que las fotos de don Juan Carlos cenando en un restaurante de Torrelodones con amigos como el magnate hispano-mexicano Plácido Arango (fundador de la cadena VIP's), el ex secretario general de la OTAN Javier Solana, y sus esposas, ademas de la empresaria y multimillonaria Alicia Koplowitz se hicieron en mitad de julio y no dos días antes de ese sospechoso parte médico. Eso explica la alegría con que don Juan Carlos charla con sus ilustres compañeros de mesa, convencido de que la Familia Real pasaría por alto las revelaciones de Corinna, que le tiraban cubrían con la sombra de la corrupción, entre otras acusaciones.
... Se hace camino al andar...#Illumbe #SanSebastián #PuertaGrande #RocandRey???? pic.twitter.com/Rw1Tkze3fB
Andrés Roca Rey (@RocaRey) 14 de agosto de 2018
Don Juan Carlos aparece en Illumbre, el coso donostiarra al que es fiel en fiestas, junto a la infanta Elena, en un gesto que demuestra el desafío de la duquesa de Lugo y su padre a las recomendaciones de aislar la imagen pública del emérito del resto de la familia.
La Infanta Doña Elena no quiso faltar a la cita en San Sebastián. pic.twitter.com/ASQf1viKum
Toros (@toros) 14 de agosto de 2018
Y ocurre justo cuando doña Letizia y su marido están perdidos en sus vacaciones secretas, y en silencia. Este viernes reaparecen en Barcelona en los homenajes a las víctimas de los atentados terroristas de hace una año.
¿Se une Elena al desafío? ¿Reta así a su hermano el Jefe del Estado, a Letizia y la propia doña Sofía? La primogénita de don Juan Carlos ya ha demostrado que ella toma sus propias decisiones y va por libre, al ser la primera de la familia del rey en visitar a Iñaki Urdangarín en la cárcel de Brieva por la puerta principal y la cabeza alta.

También ha sido su piso cercano al retiro madrileño el que acogió a su hermana Cristina hace unos días, cuando la esposa de Urdangarín regresó de pasar unas vacaciones en Estados Unidos con algunos de sus hijos y se encaminó a casa de su suegra en el sur de Francia, con una breve Borbón. La ex mujer de Jaime de Marichalar está dispuesta a desafiar los dictados de Zarzuela y apoya abiertamente a los proscritos de la familia, su hermana y su augusto padre. ¿Estamos ante una rebelión o ante una división en el seno de la familia borbónica?
