La duquesa de Montoro ha vivido uno de los momentos más difíciles de su vida después de que su hija Tana (18), fruto de su relación con Fran Rivera, fuera asaltada por tres hombres armados mientras trabajaba como voluntaria con la ONG Yes We Help. Por fortuna, la situación terminó con final feliz y la joven ya ha regresado a España.
Pese a todo, Eugenia Martínez de Irujo (49) aún tiene el susto en el cuerpo: "Es horrible. Todo lo que habéis visto en noticias, periódicos, telediarios, todo. Lo hemos pasado muy mal, pero mira, gracias a Dios está en casa", ha asegurado la hija de la duquesa de Alba a Europa Press.
Eugenia ha desvelado que ahora tomarán las medidas legales oportunas contra estos "mercenarios": "Y desde luego tomaremos las medidas oportunas, se va a hacer una, por supuestísimo, una demanda global de todas las chicas. Los menores supongo que sus padres, e ir hasta el final porque me parece impresentable que gentuza como esta, que se van las niñas encantadas de la vida con el ánimo de ayudar y toda la ilusión del mundo y te encuentres con esto. Y luego ya el episodio de las pistolas, los medio matones estos, los mercenarios, pues en fin", decía con contundencia.
Por último, la duquesa ha explicado cómo vivió su hija el asalto: "Pues hasta el final ella decía que ahí no sentía mucho miedo. Estaban indignados por todo lo que estaba pasando pero claro, el día antes que ocurrió todo esto imagínate", sentenció Eugenia, quien contó que cuando se enteró de lo sucedido pegó "un grito".