Aumenta la preocupación de la familia y amigos del yerno real, cuyo estado anímico en la cárcel de Brieva en la que cumple condena desde hace justo un mes es cada día peor. Su abogado, Mario Pascual Vives, ha alertado a los medios: "Iñaki no está bien".

Al parecer, el marido de la infanta Cristina se siente "solo y aislado" en el módulo privado que ocupa en la cárcel de mujeres de Ávila, donde no tiene contacto con el resto de reclusas ni con los funcionarios más que el estrictamente necesario. Allí le han visitado su esposa, su hijo mayor, Juan Valentín, su cuñada la infanta Elena, su madre y sus hermanos, pero todos ellos han salido cabizbajos de la cárcel al ser testigos del desánimo de Urdangarin.

El yerno de los eméritos ha reconocido haberse equivocado en la elección de la prisión en contra de la opinión de su familia, que le aconsejó cumplir su condena en una cárcel de Cataluña o la alavesa de Zaballa, muy cerca de Vitoria, donde viven su madre y algunos de sus hermanos. Y eso que, según El programa del Verano, Iñaki Urdangarin goza de algunos privilegios que otros presos no tienen: ha recibido la visita de siete personas en cuatro semanas, más de las que establece la normativa de instituciones penitenciarias.

Su abogado, Mario Pascual Vives, ha declarado este miércoles a Europa Press que su cliente "no está bien, se encuentra en pésimo estado anímico", por lo que está preparando un recurso que permita sacarle de prisión lo antes posible, alegando la vulneración de ciertos derechos fundamentales, como la presunción de inocencia, y la poca consistencia en lo que se refiere al presunto tráfico de influencias.

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