Thomas Markle (73) vuelve a las andadas para hablar de nuevo de su hija y su relación con su marido, el príncipe Enrique. En esta ocasión, el padre de la duquesa de Sussex asegura que Meghan Markle (36) vive "atemorizada" durante una entrevista al periódico The Sun on Sunday.

"Lo que pasa ahora con mi hija es que creo que está aterrorizada", dice Thomas, que argumenta que lo ve "en sus ojos, lo veo en su rostro y lo veo en su sonrisa. La he visto sonreír durante años. Conozco su sonrisa", dice.

Además, Thomas muestra su preocupación por Meghan: "No me gusta la persona que estoy viendo. Ni siquiera es una sonrisa teatral, es una sonrisa dolorida (…) Realmente me preocupa. Creo que está bajo demasiada presión. Hay un alto precio que pagar para estar casado con esa familia", explica antes de reconocer que "podrían ser solo un par de días malos".

Aparte de mostrar su preocupación, Markle ataca de nuevo a la familia real Británica, criticando sus costumbres y protocolo ya que, según él, parece "algo sacado de una película antigua": "¿Por qué en 2018 se visten como en la década de 1930? ¿Por qué tienen que cubrirse las rodillas?", se pregunta el padre de Meghan.

Asimismo, el estadounidense se refiere a su montaje fotográfico junto a un paparazzi unos días antes de la boda con Enrique: "Pensé que sería una buena manera de mejorar mi imagen. Bueno, obviamente, todo se fue al carajo. No le echo la culpa a Enrique o a cualquier otro, pero están siguiendo unas reglas que para mí no tienen sentido. No son menos humanos que cualquier otra persona, pero, Dios lo sabe, me dan pena por no poder mostrar sus emociones. La razón por la que soy rechazado es porque me beneficié de ese montaje de las fotografías (...), pero podía haber ganado más de 100.000 dólares yendo a un programa de televisión. ¿Qué pasaría si me mudara a Londres y empezara a vender tazas con la cara de mi hija en ellas, también me rechazarían?".

Por último, el progenitor de Meghan denuncia que no puede contactar con su hija: "Desde la entrevista, el número de teléfono al que la llamaba ya no funciona", se queja y sentencia: "No hay una dirección en la que pueda escribir, así no tengo forma de contactar a mi hija".

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