Cristina de Borbón traspasó los muros de la cárcel de Brieva en Ávila el pasado domingo día 24, tal y como informamos en primicia este lunes, horas después de que la infanta regresara a Ginebra tras ver a su marido en la prisión. La novedad es que la agencia Efe y el diario El País recogen este viernes la información y la confirman, citando fuentes penitenciarias.
Tal y como avanzamos el pasado lunes, ninguno de los periodistas apostados en la inmediaciones del centro carcelario en el que se encuentra ingresado su esposo Iñaki Urdangarin se percataron de su presencia. El ex duque de Palma había ingresado seis días antes para cumplir una condena de cinco años y diez meses por prevaricación, malversación, tráfico de influencias, fraude y dos delitos fiscales.
Como ya dijimos, pasada una semana, el condenado tenía derecho a disfrutar de una primera visita de 40 minutos y fue su esposa quien acudió al encuentro. La infanta cumplió con los requisitos que impone Instituciones Penitenciarias para tener acceso a un preso. Como ya publicamos, se estableció un horario diferente para el encuentro, para evitar la exposición mediática.
Cristina de Borbón se había dejado ver por Ginebra con sus hijos, con su suegra Claire Liebaert, madre de Urdangarin, con la infanta Elena y con otros familiares. Todos se reunieron en el lujoso Hotel Four Seasons des Bergues Geneva. Celebraban que Pablo, el segundo hijo de los Urdangarin-Borbón, había terminado sus estudios en el École Internationale, en la ciudad suiza
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