La ex teniente de alcalde de Marbella ha sido una de las presas más conocidas de la prisión de Brieva, en Ávila, la misma en la que reside Urdangarin desde este lunes. Ella mejor que nadie conoce cómo es la vida tras esos muros: "Uno allí dentro no existe. Estar en prisión es como estar muerto. Los que están fuera siguen viviendo, tú estás muerto y cuando vuelves a la vida tu espacio no existe".
Isabel García Marcos (condenada a cuatro años por el Caso Malaya) salió del centro penitenciario el pasado otoño tras ingresar en enero de 2016, pero todavía recuerda cómo era la vida en Brieva: "La higiene personal resulta complicada de llevar a cabo en un lavabo de dimensiones tan pequeñas como los que hay en las celdas y sin un espejo del que valerte. Sin espejo pierdes tu propia identidad. No hay en toda la cárcel y lo único que puedes hacer es comprar uno en el economato que es muy pequeño y que es de plástico por lo que el reflejo no es exacto", ha dicho en Okdiario. Precisamente la higiene personal es uno de los mayores problemas a los que se enfrentan los presos: "El jabón que te dan para lavarte es de lo más básico. Pero básico básico. Aunque no tengas la piel delicada se te levantan ampollas y lo mejor que puedes hacer es comprarte un gel normal con el que poder asearte sin destrozarte la piel". Y ha añadido: "Ah, y tendrá que comprarse una cuchilla si se quiere afeitar, ellos no te la dan".
Según la ex política, los 50 euros semanales que pueden gastar en el economato no son necesarios: "A no ser que seas fumador, te sobra, no hay mucho que comprar. Un café diario y agua fría, porque allí te la dan caliente", ha recordado.
García Marcos ha señalado que la soledad a la que se enfrenta Urdangarin es lo peor de prisión: "Eso es un horror. Estar solo es muy duro. Sólo le dará los 'buenos días' el funcionario que lo vigile y la presa que le lleve la comida. Yo presumo de haber hecho grandes amigas allí dentro y eso no lo va a tener Urdangarin. Creo que para su cabeza y su bienestar anímico será fundamental que alguien le abrace, su familia tiene que ir a verlo". Y le ha aconsejado: "Con quien sí que podrá hablar son con las gentes de las ONG, así que que se apunte a todo porque hay que matar el tiempo antes de que el tiempo te mate a ti".