Si bien la Casa del Rey ha mantenido su costumbre de guardar silencio oficial respecto de la polémica entre nuera y suegra, las reacciones al famoso rifirrafe van apareciendo a través de fuentes informales. Primero fue la periodista Inma Aguilar,íntima de Letizia, la que dio la cara para trasladar a los medios cómo se encontraba su amiga.
"Preocupada y desolada", dijo. Y eso que, según las fuentes que cita El Paísen su edición de este viernes, en Palacio creen que "el incidente se ha magnificado", y que "las imágenes no reflejan lo que realmente pasó". Bien traído lo de "realmente". También recuerda el citado rotativo tras mantener una conversación con fuentes de la Zarzuela, que después del rifirrafe "la familia del Rey marchó a almorzar al Palacio de Marivent sin que existiera ningún clima de tensión". Cabe recordar que cuando la comida tuvo lugar en la residencia mallorquina que acoge a los Borbones el enfrentamiento que ha dado la vuelta al mundo no se había filtrado a la opinión pública.
En la citada conversación, el periódico de PRISA preguntó a su interlocutor sobre la posibilidad de que aparezcan juntas en público doña Letizia y doña Sofía, para restaurar la imagen de cordialidad entre la esposa y la madre del Rey. La contestación, como todo el mudo puede imaginar, es que "lo que suceda sucederá con toda normalidad", y que "no se va a forzar nada". Hubiera sido memorable que contestaran que las iban a forzar a darse la mano.
Pelea en la Casa Real porque Letizia no deja que Sofía se haga una foto con sus nietas. pic.twitter.com/LEjCk2nm0A