Oops… I did it again es mayor de edad: la canción de Britney Spears cumple 18 años, que es como decir que aquella niña ha duplicado su edad y ahora es una señora joven de 36. Su novio cañón, el iraní con el que sale desde hace un año, tenía solo 5 cuando el famoso tema inundó las listas de éxito. Acaba de fichar como imagen de Kenzo y cuelga el cartel de no hay entradas en Las Vegas siempre.

Perteneciente al álbum que le dio nombre y lanzado en 2000, hablamos de la canción más conocida de la llamada Princesa del pop, la primera canción del álbum, aunque no siempre fue pensada como la que daría nombre al disco. En un principio se consideraron los nombres Sunflower y Platinum 2000.
Como curiosidades podemos recordar que la voz masculina en la canción no pertenece al astronauta que participa de la escena inspirada en Titanic, sino al productor del single Max Martin. Respecto al astronauta, su nombre es Eli Swanson y se graduó en Medicina y Cirugía por la Universidad de Columbia. Ahora es traumatólogo en Phoenix (Arizona).
La canción narra la experiencia de una chica y los hombres que se enamoran de ella pero que no puede tener. Embutida en aquel traje rojo de látex (idea de ella). La anécdota terrible que Brit nunca olvidará por muchos años que pasen fue el accidente que sufrió en la grabación del vídeo. Estaba acostada en el suelodurante la filmación de esa escena cuando una cámara cayó sobre ella, causándole una herida que requirió cuatro puntos.
A pesar de todo, tanto la canción como el vídeo fueron un éxito rotundo: fue el tema más vendido por una artista femenina durante 15 años en Estados Unidos, hasta que en 2015 fue superada por Adele y su álbum 25.
Porque, 18 años después de su famoso tema, ha sentado la cabeza tras muchas locuras. El responsable de la aparente madurez tiene nombre y apellido. Lejos quedan aquella aquellas locuras junto a sus amigas Lindsay Lohan y Paris Hilton, las raves salvajes, su cabeza rapada... Lo peor fue cuando perdió la custodia de sus hijos.
Ahora, la poseedora del recórd de matrimonio más breve (estuvo casada con Jason Allen Alexander 55 horas) es feliz con Sam Asghari. "Me hace sentir la chica más afortunada de la Tierra", escribía la cantante en este Inatgram.
Este modelo con ganas de llegar a conoció a Bristeny durante el rodaje del vídeo de Slumber party. "Teníamos que grabar una escena en la que yo caminaba desde el pasillo hasta la cama de la habitación y tuvimos que esperar unos 20 minutos entre una toma y la siguiente, por lo que nos vimos forzados a hablar el uno con el otro", recordaba la cantante en una entrevista.

Un año después, este atractivo iraní, que lleva instalado una década en estado Unidos, la hace feliz. Su espectacular físico se debe en parte a que fue jugador de fútbol americano. También ha sido atleta y se ha ganado la vida como entrenador personal.