La presidenta de la Comunidad de Madrid tardó en dar la cara pero lo hizo a última hora de un miércoles que no olvidará, y aportó documentos que, según ella, dejan claro que no falsificó las notas de su máster. Sin embargo aún quedan muchas preguntas sin contestar. Las contradicciones entre la primera versión que dio una portavoz de Cifuentes al medio que sacó a la luz el escándalo y la actual difieren: en primer lugar se dijo que Cristina se había dejado algunas asignaturas y después que se trataba de un error informático. Tampoco cuadra el pago de tasas en fechas posteriores a la supuesta finalización del curso, como publica eldiario.es; y sobre todo, el hecho de que ni la Universidad Pública Rey Juan Carlos ni la propia alumna han sido capaces de aportar el trabajo de fin de máster. Todo esto mantiene aún a toda la oposición exigiendo la comparecencia de la presidenta para que dé cuenta de lo ocurrido. Ciudadanos, que sostiene a Cifuentes al frente de la Comunidad, ha dicho que no considera satisfactorias las explicaciones y advierte de consecuencias políticas.
En la Puerta del Sol, sigo trabajando después de un día de ataques falsos que no van a conseguir desanimarme???????? https://t.co/6hb6PpZhHA
Cristina Cifuentes (@ccifuentes) 21 de marzo de 2018
Ya se lo dijo el presidente de La Razón a Ignacio González: "No te preocupes que esta señora las pasará putas". Son palabras de Mauricio Casals referidas a Cristina Cifuentes y grabadas por la Guardia Civil. Recordemos que fue hace casi un año cuando Edmundo Rodríguez Sobrino, a la sazón consejero de La Razón y encarcelado junto al expresidente madrileño, pidió ayuda a Casals al saber que estaba siendo investigado por corrupción en el Canal. Casals le respondió: "No te preocupes, esta señora -en referencia a Cifuentes- las pasará putas".
Todo comenzó cuando el Gobierno de Cifuentes ya había enviado a la Fiscalía un informe sobre las irregularidades en el Canal. Rodríguez Sobrino llamó a Casals para expresarle su inquietud por lo que consideraba una persecución personal contra él y le pidió que hablaran con Cifuentes para que le dejaran tranquilo. Casals se comprometió a hacerlo a través de Francisco Marhuenda, el director del periódico, que ese mismo día llamó a Rodríguez Sobrino y le dijo: "Me pongo a tus órdenes y me voy a ver a esta locuela el lunes o el martes. Hago lo que tú me digas". Marhuenda decía aquello de: "Hay que asustar" a Cifuentes diciéndole que 'cuanto más tiempo mantengas vivo este tema más te puede perjudicar porque al final pueden entrar a tocar los cojones los de la Asamblea". ¿Se los están tocando?
Tanto si se están cumpliendo los vaticinios de Marhuenda y sus jefes como si es casualidad, lo cierto es que de momento, la presidenta de todos los madrileños está desfilando por la Asamblea para explicarse ante la cámara regional sobre financiaciones irregulares y otros turbios asuntos que han salpicado casi a la mitad de sus consejeros (seis de trece). Ella dice que están haciendo caso de un presunto delincuente como Francisco Granados pero olvida que lo que está ocurriendo se llama Democracia: es la suma de votos de los parlamentarios la que la ha llevado a tener que explicarse y responder preguntas.
Este miércoles llegaba el escándalo de su máster. De acuerdo con el diario.es, Cristina Cifuentes obtuvo su título en una universidad pública con notas falsificadas. Se matriculó en el curso 2011 - 2012 en el Máster en Derecho Autonómico de la universidad pública Rey Juan Carlos, financiada por la Comunidad de Madrid, y le quedaron pendientes dos asignaturas. La intranet de gestión de alumnos revela que una funcionaria de otro campus entró en el sistema en 2014 y cambió los dos "No Presentado" a "Notable" dejando rastro. La funcionaria dice que si lo cambió fue porque se lo ordenó un profesor pero en principio decía el nombre. La versión de Cifuentes es que todo es legal. Sin embargo, no hay rastro en los registros. Eso es al menos lo que asegura en exclusiva eldiario.es, que aportaba pantallazos que apoyan esta información.
La sucesora de Esperanza Aguirre e Ignacio González ha presumido siempre de tener cursados dos máster, uno de ellos, en Derecho Autonómico por la Universidad Rey Juan Carlos, de Madrid. Pero a la entonces delegada de Gobierno en Madrid le cambiaron la nota de "No presentado" a "Notable" dos años después de matricularse y sin mediar nueva matrícula. Lo hizo una funcionaria que no trabajaba en el servicio de posgrado, ni siquiera en el mismo campus donde se impartía. Cifuentes se matriculó en este máster en el curso 2011 - 2012 y pagó los correspondientes 1.586,39 euros.
La funcionaria Amalia Calonge entró en el sistema informático y cambió las dos notas de "No presentado" a dos notables, pero dejando rastro en el sistema. Días después de sus notables, Cifuentes pagó el título y cuando fue a recogerlo se hizo una foto con la funcionaria Calonge, una imagen que estaba en el perfil de whatsapp hasta este martes por la tarde. Esas dos asignaturas suman 27 créditos (24 el trabajo y 3 créditos la asignatura) de un total de 60 que tiene el máster, es decir, suponen casi la mitad del posgrado
Ni la universidad, ni la funcionaria ni el profesor han explicado por qué hicieron los cambios. Fuentes de Presidencia de la Comunidad de Madrid citadas por eldiario.es confirman que Cifuentes se dejó "2 ó 3 asignaturas" pero aseguran que las aprobó en 2014, aunque tampoco explican por qué entonces sus notas del expediente académico oficial dicen que las aprobó todas en 2011-12
Por qué le cambiaron esas calificaciones dos años después es un misterio y ante qué comisión presentó su trabajo y con qué tutor, también. El entorno de Cifuentes dice que lo explicará todo este miércoles.
Amalia Calonge ha confirmado al citado medio que ella no tenía en 2014 ninguna responsabilidad sobre los máster de la Rey Juan Carlos, universidad pública que depende de la financiación de la Comunidad de Madrid que preside su ex alumna.
El asunto es cosa seria: si se confirmara que efectivamente ha habido un cambio de expediente de forma irregular podríamos estar ante una presunta falsificación en documento público, regulada por el artículo 390 del código penal y que prevé penas de tres a seis años de cárcel para el funcionario que cometa la falsedad. Desde el punto de vista académico sería considero como una falta grave.
La hermana de Cifuentes, Margarita Cifuentes, es profesora visitante en la misma universidad pública pese a que no cumple ninguno de los requisitos de la LOU, el convenio y los estatutos de la URJC. La hermana de la presidenta de Madrid fue personal de administración hasta que el ex rector Fernando Suárez le hizo un contrato reservado a profesores de reconocido prestigio. Le dirigió personalmente la tesis y después la contrató como profesora haciendo uso de esa figura discrecional, que evita los concursos y controles.