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La mujer de Colin Firth admite haber tenido un affaire con un periodista italiano

Hace unos días saltó a los medios la noticia sobre la denuncia del actor británico y su esposa y madre de sus dos hijos, la productora italiana Livia Giuggioli (48), contra el periodista también transalpino Marco Bracaccia, a quien acusan de acoso. Al parecer, éste comenzó una campaña de acoso y tenía unas imágenes en las que Livia aparecía desnuda que amenazaba con publicar. Este jueves por la noche, la historia ha vivido un nuevo capítulo: la esposa de Colin Firth ha reconocido al fin haber mantenido una relación con él entre 2015 y 2016.

Eso sí, Giuggioli alegaba que el affaire se produjo en un periodo en el que estaba "brevemente separada" de su esposo. Un portavoz del matrimonio lo justificaba: "Hace unos años, Colin y Livia tomaron la decisión de separarse en privado. Durante ese tiempo, Livia se involucró brevemente con el ex amigo, el Sr. Brancaccia. Los Firth se reconciliaron después".

Fue tras esa breve relación cuando el periodista italiano, amigo de la infancia de Livia, se obsesionó con la esposa del actor, según ha asegurado el representante de la familia: "Posteriormente, el Sr. Brancaccia llevó a cabo una alarmante campaña de acoso durante varios meses, gran parte de la cual está documentada. Por razones obvias, los Firth nunca han tenido ningún deseo de hacer público este asunto".

Tal y como han denunciado Colin y Livia, el periodista, que trabaja en la agencia de noticias italiana ANSA, llamaba por teléfono a la productora constantemente, le mandaba mensajes amenazadores e incluso ella pensó que él la podría estar siguiendo. En una ocasión, el transalpino envió un correo a Firth que contenía imágenes de su mujer desnuda.

Este supuesto acoso constante, que transcurrió desde septiembre de 2016 hasta mayo de 2017, supuso que Livia viviera "un infierno" y los ocho meses le parecieran "una eternidad", como reflejó ella en la denuncia contra Bracaccia.

Tras presentar la denuncia, Marco ha respondido en los tribunales y también ha explicado su versión de los hechos en The Times: "'Mi acoso' consistió en dos mensajes a través de WhatsApp después de que ella terminó nuestra relación en junio de 2016, y un correo electrónico", declaró. "Escribí un correo electrónico a Colin sobre mi relación con Livia, que ahora lamento, y presentó una queja en mi contra por temor a que yo pudiera hacer público lo que me había revelado sobre su matrimonio y su trabajo". alegó. Bracaccia, además, aseguraba que fue ella quien le mandó "cientos de mensajes de amor, fotos y vídeos, incluso un diario", y pedía disculpas a Colin: "Lamentó haber involucrado a Firth", concluía.

Este cruce de acusaciones ha vivido un nuevo capítulo con la confesión de Livia. Ahora será la Justicia italiana quien decida sobre el conflicto que ha sacado a la luz los problemas de un matrimonio que parecía uno de los más estables y fuertes del universo hollywoodense. Una prueba más de que no es oro todo lo que reluce.

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