Josep Santacana debe buscar ahora un nuevo letrado para hacer frente a la querella del Banco de Luxemburgo, ya que el despacho de Barcelona que les defendía hasta ahora a los dos ha optado por representar únicamente a la tenista. Dado el cariz que está tomando el divorcio, tener un mismo abogado no tendría sentido. El abogado de la campeona de Roland Garros afirma que "en ningún caso entrarían en la cárcel, ni la tenista ni su marido", a pesar de que se haya solicitado.
El Banco de Luxemburgo quiere cobrar la deuda contraída por Arantxa Sánchez Vicario y su marido Josep Santacana con esta entidad, que se eleva ya a 7 millones y medio de euros por los intereses que se han ido acumulando sobre el aval que les concedió este banco, para respaldar una deuda que habían contraído y que no llegaron a pagar.
El Banco de Luxemburgo pide para ellos prisión en la notificación que ha recibido el juzgado correspondiente y el matrimonio tiene 5 días hábiles, que se cumplen el próximo martes para responder con el pago de la deuda o con las alegaciones que consideren oportunas.
Las circunstancias personales que atraviesan la tenista y su todavía marido complican la situación. Uno de los abogados de Arantxa en este asunto de tipo fiscal asegura que en ningún caso entrarían en la cárcel, ni la tenista ni su marido, "porque no son narcotraficantes ni asesinos, no son fugitivos de la Justicia. Viven fuera de Europa sí, pero tienen domicilio conocido, están localizables, dan la cara y en noviembre pasado comparecieron juntos en una videoconferencia para declarar sobre este asunto. La prisión se pide como medida cautelar si hay riesgo de fuga, que no es el caso".
Esta matización confirma que Arantxa y su marido estaban juntos el pasado el de noviembre y fue en Navidad cuando se produjo la ruptura que escenificó la crisis que ya pasaba el matrimonio debida a la relación de Santacana con otra mujer, desde mucho tiempo antes. Fue a principios de enero cundo Santacana pidió el divorcio en un Juzgado de Miami.
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