La presentadora, de 76 años, ha vuelto a dar un susto a su círculo más cercano con un nuevo ingreso hospitalario de urgencias este sábado tras sufrir unos fuertes dolores abdominales. Este lunes, continúa ingresada en el hospital La Luz de Madrid y aunque todo apunta a que el diagnóstico no reviste gravedad, permanecerá en observación por el momento.

"Habrá que esperar cómo evoluciona, de momento se queda ingresada". Ésa es la última hora del estado de salud de María Teresa Campos. Ha sido su hija Terelu (52) quien ha informado a los medios de comunicación de que su madre se encuentra mucho mejor, los dolores abdominales por los que ingresó de urgencias este sábado han remitido con medicación y ya ha comenzado a comer sólido. Buenas noticias para la familia, que ha vuelto a sufrir un buen susto después de que la matriarca sufriera un ictus hace ya casi un año.

Todo comenzó el sábado de madrugada. María Teresa sufría unos fuertes dolores abdominales por los que visitó el servicio de Urgencias de la clínica La Luz, donde decidieron ingresarla por precaución. Todo parecía apuntar a las secuelas de una extirpación de vesícula a la que se sometió en 2016, algo que ni sus hijas ni su pareja, Bigote Arrocet (68), han confirmado: "Le gusta mucho comer dulces", decía el chileno con humor.

Terelu pasó la noche del sábado en el hospital con su madre: "Estamos preocupadas porque siempre que oyes la palabra 'ingreso' te preocupas y a nadie le gustan los hospitales, pero a mi madre menos. Así que por eso, para que mi madre pida ir al hospital es que se sentía muy mal. Pero por la mañana estaba tranquila, y según avanza el día está un poco más nerviosa y ha tenido vómitos", explicó en Sálvame Deluxe. Ya el domingo, su hermana Carmen Borrego (51) la relevó acompañada por su marido, José Carlos Bernal. A última hora, el propio Edmundo tranquilizaba a la prensa a las puertas del hospital: "En ningún momento ha tenido nada grave, si todo sigue así mañana nos marcharemos para casa".

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