El controvertido periodista estuvo cinco años casado con Merry Martínez-Bordiú y Franco, nieta del dictador, con quien tuvo a su hija Leticia (25 de enero de 1979). Desde que rompió con ella, ha escrito libros y ha hablado en innumerables ocasiones sobre la que fuera su familia política. Ahora comenta la herencia de los Franco.
Preguntado por la cuantía de la fabulosa herencia de la familia del general Franco a la muerte de su única hija, Jimmy dice que "es incalculable" porque es el resultado de décadas de expolios: "Son 40 años robando", repite Arnau. Sobre las joyas, el que fuera yerno de Carmen Franco recuerda que había un cuarto destinado a las alhajas: "Un cuarto de armarios dividido por la mitad, armarios de 1,50, 1,60, estrechitos, con joyeros, donde había unas placas de latón, enganchabas una escalera y accedías a la parte de arriba, que volvía a ser lo mismo". El contertulio apunta que Merry, su mujer entonces, le decía: "Abre el que quieras. Eran muchos cajones, abrí y todo eran joyas", reitera.
Jimmy recuerda la anécdota de un joyero. "Muy amigo mío, se llama Pepe, era joyero. Y un día apareció la señora de Meirás y vio una pieza que le gustaba mucho. Y se lo hizo saber. Al llegar a casa vio que no le habían enviado esa pieza, porque se suponía que cuando ella decía: '¡Qué bonito!' se la tenían que regalar", relata.
Según Arnau, se la quitaron a la fuerza y perdió por la pieza esa una barbaridad. "Acabó cerrando la joyería y ahora es el mejor carnicero que hay en el mercado de Ayala. No es leyenda", insiste Jimmy.
El contertulio asegura que el pánico de los joyeros era tal cuando La Collares (así se referían a Carmen Polo de Franco) aparecía por las tiendas y se encaprichaba, que "organizaron un prorrateo entre todos. Si te tocaba a ti, en lugar de que tengas tú que pagarlo todo, lo repartimos entre todos, porque si no, la ruina".