Ni han sido quemadas, ni fueron trituradas, ni tampoco escondidas: las fotos, memorias, notas y demás pertenencias han salido el cajón donde han permanecido desde mayo de 2001, el día de la muerte de Jesús Aguirre, consorte y segundo marido de Cayetana, duquesa de Alba.
La periodista Pilar Eyre decía hace una semana que las memorias o anotaciones diarias que hizo el cura Aguirre en sus días de juventud, cuando estudiaba Teología en la universidad católica de Lovaina (Bélgica), habían sido silenciadas por los herederos de la duquesa, ya que de publicarse su contenido habría sido explosivo.
Según Eyre, el segundo marido de la duquesa (antecesor en este sentido de Alfonso Díez) se las habría enseñado personalmente en el palacio de Las Dueñas en Sevilla, donde la había recibido para una entrevista. El caso es que la redacción de Informalia ha recibido una llamada de una persona que fue muy cercana a Jesús Aguirre, y ajena a la familia Alba, asegurando que estaba en posesión de notas, cuadernos, documentos, fotos y manuscritos que le había dejado el duque consorte de Alba en la última época de su vida, cuando ya estaba muy enfermo de un cáncer de laringe que acabó con su existencia.
Aguirre escribió notas personales durante toda su vida y conservaba cartas de su profesor de Teología, Joseph Ratzinger, de quien fue alumno cuando estudiaba en Munich en 1.956 y amigo muy cercano más tarde. Por entonces no podía ni sospechar que llegaría a Papa.
Aguirre, Duque consorte de Alba de Tormes y Grande de España, falleció solo, a los 66 años, con la única compañía de un mayordomo, en el palacio de Liria en Madrid, mientras la duquesa estaba en Las Dueñas, en Sevilla, a pesar de que Cayetana sabía que su marido, ocho años más joven que ella, se moría.
El matrimonio estaba distanciado después de un oscuro episodio que afectó al duque mientras era comisario de la Expo de Sevilla en 1.992, que le obligó a dimitir de su puesto.
Nuestro comunicante nos ha enviado fotos de Aguirre cuando era sacerdote, fotos de su madre María del Carmen Aguirre y Ortiz de Zárate, de la que nunca se avergonzó, dado que fue hijo de madre soltera, algo mal visto en aquellos tiempos (nació en 1934) y a la que quería mucho.
El ex cura y la duquesa de Alba se casaron en 1.978 en el palacio de Liria en Madrid, una boda que asombró a toda la sociedad y disgustó a sus hijos aunque acataron la voluntad de su madre.
En las imágenes, una muestra manuscrita y fotos de los cuadernos y archivos personales de Jesús Aguirre.

