Por cada título nobiliario en España se deben abonar 2.726 euros en concepto de derechos fiscales. Sin embargo, Carmen Martínez Bordiú (66), nieta mayor de Franco, podrá ser duquesa y grande de España sin tener que pagar cantidad alguna. Y es que heredará el ducado de Franco, título que concedió en los años 70 el rey Juan Carlos (80) a su madre, Carmen Franco, y que está exento de impuestos en la primera transmisión.
Fue en noviembre de 1975 cuando el rey emérito le otorgó a la única hija del dictador este título "en real aprecio a doña Carmen Franco Polo y en atención a las excepcionales circunstancias y merecimientos que en ella concurren".
En aquellos momentos, Juan Carlos decidió que el título careciera de impuestos: "Esta merced nobiliaria es para sus hijos y descendientes, exentos de derechos fiscales en su creación y en la primera transmisión", estableció.
En un principio, el título iba a pasar a manos de Francis Franco, primer nieto varón del dictador, pero después de la aprobación de la Ley de Igualdad para la Sucesión de Títulos Nobiliarios, el sexo no determina al heredero y va a parar al primogénito, en este caso, Carmen Martínez Bordiú.
Aunque el ducado de Franco no es el único título exento de pagar impuestos, lo cierto es que no es algo habitual, por lo que ha generado muchas críticas en el mundo de la nobleza. En 1996, la reina Sofía (79) ya salió al paso de las mismas y explicó el motivo de aquel gesto:
"Gracias a Carmencita se pudo obtener el testamento de Franco, aquel que leyó Carlos Arias Navarro (presidente del gobierno durante la dictadura franquista y la Transición). En aquellos momentos fue muy importante, porque en uno de los párrafos decía que los españoles debían ponerse al lado del nuevo rey. Arias lo leyó por televisión y jugó un gran papel", explicó la Reina emérita a Urbano en una de las entrevistas que forman parte del libro La Reina.
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