El cantante, que siempre ha protegido con recelo su vida privada, ha concedido una entrevista en la que ha realizado una sorprendente revelación: sufre hipocondría. Esto es, un trastorno mental que se caracteriza por una preocupación constante y obsesiva por su salud y por una tendencia a exagerar los sufrimientos, que pueden ser reales o imaginarios.
"No puedo mirar en Internet porque todo lo que lea lo voy a notar. Si tú me dices ahora que tienes unos sarpullidos que te han salido esta mañana, es muy probable que yo por la tarde me encuentre unos sarpullidos parecidos. Si me hago unos análisis y tardan un día en dármelos, pienso: 'Ya está, lo han visto'. Si me llama un número desconocido, creo que es el laboratorio que me va a decir: 'Miguel, lamentamos comunicarte que vas a morir esta noche'", ha confesado Leiva a El País. Tal es su obsesión que ahora cree que tiene "unas piedrecillas en la vesícula".
Con el paso del tiempo, no obstante, el artista y su entorno tratan de quitarle hierro al asunto: "Ha llegado un punto en que se lo toman con humor y yo me tomo menos en serio. Pero es un sufrimiento que trato de no quedarme para mí. Hablo de ello y eso me ayuda a restarle importancia. Siempre bromeo con que la frase que diré justo antes de morir será: 'Os lo vine avisando desde hacía mucho tiempo'", ha declarado el músico.

Durante su charla con el medio, Leiva también se ha referido a su manera a la ruptura con la actriz Macarena García, reconociendo que su vida no cambia mucho ahora que no tiene novia: "Mi vida ahora no es muy diferente a la que llevo cuando tengo pareja. Tener o no una pareja no varía mi volumen de salidas nocturnas. Es verdad que cuando tienes un anclaje sentimental hay una serenidad de no andar buscando fuera y sientes menos inquietud por salir. Pero mi vida, soltero o no, es de mochila y furgoneta, y me gusta. Es agotadora y adictiva. Yo soy un tipo que no estoy cómodo en ningún sitio. Estoy en un sitio y pienso que debería estar en otro", explicó.
El cantante, eso sí, quiso dejar claro que es posible salir con un cantante, pese al caótico ritmo de vida que suele llevar: "Se puede construir una relación y cuidarla viajando. Es cierto que tienes vértigos y desapegos, porque siempre estás de paso y nunca te quedas en un sitio. Vivimos en una furgoneta, 100 conciertos al año suponen 200 años viajes de furgoneta. Pero salir con un músico es posible".
Por último, Leiva también habló del machismo que existe en la música y, en especial, en el rock: " El rock es un género machista y hay que asumir que vivimos en una sociedad machista en general. El que crea que está limpio de cualquier expresión o chiste machista probablemente se equivoque. Yo mismo descubro que expresiones mías de canciones de hace años son machistas, aunque no fuera intencionado. Hay que hacer un ejercicio diario de no colaborar con los micro machismos".