La vida le sonríe a un joven de 30 años llamado Lionel Andrés Messi Cuccittini, más conocido como Messi. El futbolista argentino, nacionalizado español, no marcó este fin de semana pero su equipo ganó al Sevilla tras un reñido choque, y tienen al Real Madrid a una distancia impensable. Además, el Tribunal Supremo le ha dado la razón en su disputa con el periodista Alfonso Ussía, que publicó un artículo insinuando que el 10 se dopaba. Los casi 80.000 euros que le ha ganado al columnista de La Razón los ha donado al parecer a Médicos Sin Fronteras. Para colmo, la mujer del capitán del Barça y de la selección argentina, Antonella Roccuzzo está embarazada y espera un hermanito para sus hijos Thiago y Mateo, lo cual, como el lógico, llena de ilusión al astro de Rosario. Van a ser familia numerosa y no tendrán problemas para sacarla adelante porque Leo gana 40 millones de euros al año solo en el Barcelona, sin contar publicidad y otros negocios. Pero aun así, hay algo que preocupa al delantero: el procés.
Sí, mientras el crack es el ídolo de los culés, secesionistas o no, y su club le baila el agua descaradamente al separatismo, lo cierto es que la situación política que se vive en Cataluña por la incertidumbre generada tras el desafío independentista se ha cargado el último juguete del delantero. Cientos de empresas han dejado Cataluña por la situación política y mayor aún es el número de proyectos truncados, inversiones paralizadas... El miedo y la prudencia se funden en una cruda realidad: pocos se arriesgan a jugarse el capital en esas condiciones. Y Messi no es una excepción por muy grande que sea su salario.
Uno de sus planes de inversión se centraba en la apertura de un chiringuito de súper lujo en Sitges (Barcelona), un beach club de la emblemática franquicia Playa Padre que iba a ser la Meca chic en el turístico municipio de la costa catalana. Igual que el número diez azulgrana, una conocida firma de empresarios de la noche ha tenido que hacer lo propio con la misma enseña en otra población del litoral barcelonés. "El jugador ha decidido poner en barbecho su inversión. La situación económica y social en la región no es la mejor. Y abrir un local así requiere dejarse como mínimo medio millón antes de abrir", han explicado fuentes del sector al digital El Español. "No es sólo Messi el que ha parado su local de playa. Es que en Cataluña no se mueve nada. Las inversiones se han frenado en seco. Y ello incluye el mundo de la noche. La restauración de lujo es cara, y pagar elevados cánones para abrir en un ambiente de crisis no se ve viable", afirman en el diario de Pedro J. las mismas fuentes. El Playa Padre de Lionel Messi en Sitges hubiera sido el segundo beach club de la franquicia en España. El primero se inauguró en mayo en Marbella, un acontecimiento para el que se trajeron entre otras celebrities a la vigilante de la playa Pamela Anderson. En el caso de la concesión marbellí gran parte del capital lo aportó la actriz norteamericana de origen latino Eva Longoria. A lo mejor Messi se plantea ahora redirigir sus inversiones hacia los alrededores del Bernabéu. Es un decir...