Artur Mas da por hecho que no podrá pagar los más de dos millones que le pide el Tribunal de Cuentas. El ex presidente catalán asegura que no hará frente a la fianza que le han impuesto y pide aportaciones a la caja de solidaridad. Acusado entre otros por la consulta soberanista del 9N de 2014, no abonará de su bolsillo esa cantidad, según ha declarado el ex honorable en una entrevista en la radio.
"Mucha gente ha tomado conciencia de que dimos la cara para poder celebrar una consulta en la que participaron 2,3 millones de catalanes, por lo que no tiene sentido que nueve lo perdamos todo y que el resto no haga un muy pequeño esfuerzo", dice el ex honorable.
Dicho de otra manera: Mas está pidiendo a la gente que se estire y ha animado a quienes participaron en el 9N a "ayudar un poco" con una aportación a la "caja de solidaridad" promovida por las entidades soberanistas para afrontar este tipo de pagos.
Sin embargo, la presunta falta de solvencia de Artur Mas contrasta con el tren de vida que le hemos visto llevar en ocasiones. El Tribunal de Cuentas le reclama un total de 2,14 millones de euros al expresident, casi 19 veces su salario actual. Como el resto de expresidentes de la Generalitat que tienen reconocido este estatus (Maragall y Montilla, ya que Pujol renunció a él en 2014), tiene un salario equivalente al 80 por ciento del salario del president Puigdemont, es decir, actualmente 111.668 euros brutos, es decir, unos 30.000 más de lo que percibe el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tal y como recogemos en Sueldos Públicos.
Hace solo un año, en septiembre de 2016, utilizó un jet privado para pasar un fin de semana de lujo, en yate de 16 metros, por aguas de Formentera. El expresidente de Cataluña disfrutó sin escatimar en gastos de una escapada que fue comentada en los medios.
El viaje lo realizó junto a su mujer y otro matrimonio amigo y no parecía que estuviera atravesando una situación económica apurada. El ex honorable disfrutó de una jornada de pesca en cala Saona, se bañó, hizo snorkel su esposa Helena Rakosnik también lo pasó bien
Ell jet privado ronda 10.000 euros para un viaje de ida y vuelta entre Barcelona e Ibiza. El Baruna, un barco de 16 metros (con bandera de España y corona real incluida) que alquiló tiene capacidad para 11 personas más la tripulación y el alquiler sale por 2.700 euros por día sin contar el combustible.
