Comienza el juicio entre la cantante de pop estadounidense y el locutor de radio a quien acusó de haberla tocado el culo por debajo del vestido mientras posaban para una foto en 2013. Tras varias demandas cruzadas, en la que ella denuncia de abuso sexual y pide un dólar como compensación, él acusa a la cantante de testimonio falso y exige una compensación de 3 millones de dólares por los daños contra su imagen.
Ataviada con un vestido blanco y una chaqueta negra, Taylor Swift (27) acudió a los juzgados de Denver (Colorado), junto a su abogado, Douglas Baldridge, para comenzar con el procedimiento contra el ex presentador de radio David Mueller. Mueller también se presentó acompado de su abogado Gabriel McFarland.
La batalla judicial se produce después de que la estrella musical denunciara al DJ, acusándolo de haberla manoseado entre bambalinas tras la entrevista de radio. Taylor pide por ello un dólar de compensación y un veredicto contra el locutor que "sirva como ejemplo para otras mujeres que se ven obligadas a revivir públicamente actos indignantes y humillantes similares".
Por su parte, Mueller acusa a Swift de un supuesto delito de injurias y calumnias que le costó el trabajo y exige 3 millones de dólares para reparar el daño que la intérprete ha hecho en su carrera radiofónica.
En la polémica historia también se encuentran varias personas, que testificarán a favor de la versión de Swift, como es el caso de su guardaespaldas, que se enfrentó al locutor tras presenciar cómo manoseaba a la artista. Además uno de los elementos clave en este juicio es una foto publicada por portal de noticias TMZ, en la que se puede ver David Mueller tiene su mano en la parte posterior de la espalda de la cantante.
