El de la foto no es el actor Eduardo Noriega interpretando uno de sus papeles de ligón empedernido o sex symbol patrio. Es el hijo pequeño de José María Aznar y Ana Botella. El cachorro de 27 años vive la vida loca, y muy cara, tanto como sus padres, el ex presidente del Gobierno y la ex alcaldesa de Madrid, le han podido proporcionar. Considerado uno de los solteros de oro del panorama español, no se le conoce novia, aunque lanzó dos aplicaciones para ligar (que no funcionan). Es habitual sin embargo verle posar en Instagram junto a jóvenes como la actriz Alejandra Onieva (El Secreto de Puente Viejo, en Antena 3), con la que comparte noches de fiesta.

No les faltó dinero a los funcionarios José María y Ana para pagarle su formación en CUNEF, el prestigioso y no barato centro donde cursó Gestión y Administración de Empresas. Luego, ni ser un becario ni el hecho de apellidarse Aznar le impidieron colocarse como analista en Nueva York para la empresa SLS Capital, donde realizó cuatro meses de prácticas en 2006. Posiblemente no cobraba mucho, o nada, pero suponemos que pudo costearse la estancia en la ciudad de los rascacielos sin problemas.

Más tarde, con los mismos apellidos, realizó un stage en el BBVA, también en Estados Unidos. Al año siguiente, tampoco tuvo dificultad para que le ficharan los Botín en el Banco Santander, en Madrid. De allí fue a Londres, donde trabajó dos años en el banco inglés Citybank.
En septiembre de 2013 fichó como Senior Associate para Rhône Group, uno de los gigantes de asesoría financiera a empresas y banca más importantes en Europa y Estados Unidos. En esta empresa estuvo otros dos años. En noviembre de 2015 pasó a su actual compañía, Afiniti, como director y responsable de los negocios de diferentes clientes para España y México. Por cierto, un detalle sin importancia: su padre es asesor de la sociedad. Eso no quiere decir que ser hijo de un ex presidente del Gobierno le abriera las puertas. Además, ya decía el propio Alonso lo próximos que están: "Mi padre siempre ha sido muy cercano, todo lo que tengo de él son recuerdos buenos", afirmaba. "Para mí, es un ejemplo y referencia a seguir en mi vida".


Y no olvidemos que su cuñado es Alejandro Agag, a cuya boda con su hermana Ana en El Escorial asistieron, además de muchas personas que hoy están procesados o en la cárcel, los reyes Juan Carlos y Sofía, Tony Blair y Silvio Berlusconi, entre otros.
Pero tan importante labor profesional no le quita tiempo a Alonsito para el ocio: viajes fabulosos, festivales de música y tratamiento de VIP son al parecer compatibles con su trabajo pintón. Tan gozosas actividades componen el día a día del cachorro de los Aznar, una existencia tan apasionante como para atraer la atención del Vanity Fair, que le dedica un post de verano donde cuentan, por ejemplo, que su gran amigo y confidente es Fernando Nicolás, principal accionista del grupo de restaurantes Larrumba, entre los que están por ejemplo negocios como Marieta, Perrachica, Juanita Cruz, Habanera, Frida o Pipa & Co, el primero del grupo y en cuya fundación Alonso participó, aunque después lo dejó para dedicarse al mundo de la empresa.
Caras conocidas como Rosauro Varo, novio de Amaia Salamanca, o María Fitz-James, Marta Ortega, Ana Boyer, Álvaro Falcó (hijo del Marqués de Cubas y Marta Chávarri), Felipe Cortina (hijo de Alfonso Cortina y cofundador de la firma de calcetines Jimmy Lion), Huga Rey (estilista de televisión y ex de Dani Martín) y Diego Osorio o el mismísimo Fonsi Nieto, a cuya boda acudió, se encuentran entre su selecto grupo de amistades.
Alonso Aznar nos resultará mucho más cool cuando recordemos que él vive a caballo entre México y Madrid. La culpa de tan interesante way of life la tiene el puesto de trabajo que obtuvo con la educación que le dieron sus papis y su talento, además de sus inmejorables relaciones. Parece que es un trabajo ideal pero que además le deja tiempo libre de sobra para disfrutar de días libres a mansalva.
Ibiza, Formentera, Marbella, Sotogrande, Los Ángeles, Turquía, Suiza, Jamaica, o Helsinki son algunos de sus destinos conocidos. En Las Bahamas se alojó en un resort en Nassau que cuenta con mayordomo personal, máxima privacidad y servicio personalizado las 24 horas del día.
Este verano se ha pasado por Ibiza. Estuvo en Pachá y en su su fiesta F**k me I'm famous, en la que pinchaba David Guetta. Y no pudo resistirse a dejarse ver por el chiringuito de moda en Formentera, el Beso Beach, en el que Orlando Bloom o Cristiano Ronaldo disfrutan del lugar y de la cocina de Jorge Brazalez, el ganador de Masterchef. Pero Ibiza se le queda pequeño y parece que su sueldo o la paga de mami y papi le dan para escaparse también a Valle de Bravo, en México, donde practicó esquí acuático.
Como los festivales de música son otra de sus pasiones. Aznarín ha asistido en varias ocasiones al Festival de Coachella, donde ha disfrutado junto a las it girls e influencers de moda en California, o sea, en el mundo. Ahora Alonso está en casa de papá y mamá, en Marbella, porque le mola también el Sunset Valley Festival en Sotogrande, muy cerquita, en Cádiz.
A pesar de su talento, su formación, su apellido y sus relaciones personales, fracasó estrepitosamente cuando probó suerte en el mundo de las Apps. Tal vez porque no acababa de encontrar a la persona de sus sueños, creo la suya propia junto a su amigo Fernando Nicolás llamada Wibbi en 2014, y poco despúes con Muapp. Las dos empresas aparecen saldo negativo, según la revista de Condé Nast. Y, por cierto, que sepamos, a él tampoco le han funcionado.




