Con una vida plagada de historias con personajes ilustres y en situaciones de lo más variopintas, Rappel vuelve a sorprender a sus seguidores debutando como actor de teatro a sus 72 años. Ahora interpreta El secuestro del adivino en el Teatro Rialto de Madrid, donde Rafael Francisco Payá, Así, así se llama el vidente, se ríe de sí mismo con un personaje inspirado en su propia figura. Horas antes de su estreno, que tuvo lugar este miércoles, Rappel accedió a someterse a cuestionario de Informalia, donde desveló que posee un valioso cuadro y confesó haber sufrido un embarazoso atraco.
¿Dónde has amanecido esta mañana?
En mi casa de Madrid y en mi cama, como siempre. Yo suelo dormir en mi cama.
¿Cuál ha sido la última vez que has llorado?
Espera que me acuerde, porque yo soy de lágrima fácil y me emociono con facilidad. La última vez fue viendo una noticia en televisión. Según qué desgracia o qué tragedia, me emociono.
¿Cuál ha sido la última mentira que has contado?
Estar en una cena con gente y decir: "Estoy tan a gusto"... Realmente estaba deseando irme a mi casa, pero hay que ser educado y guardar el protocolo (risas).
Además de tu casa y tu coche, ¿cuál ha sido la cosa más cara que has comprado?
Un cuadro que compré hace muchos años en una subasta. Es un cuadro importante, de un pintor contemporáneo muy bueno, pero no te voy a decir quién. Es que me encanta el arte.
¿Te han pillado alguna vez saliendo con un personaje famoso? ¿Con quién te gustaría ser descubierto?
¿A nivel de tener rollo? No. Tampoco hay ningún mito que me gustaría ver en persona. Me hubiera gustado conocer a la Madre Teresa de Calcuta? A mí ya me han fotografiado en tantos sitios y con tantos famosos amigos míos, como la emperatriz Soraya o Balenciaga, que fue mi gran maestro y lo he querido mucho.
¿Qué es lo que más te disgusta de ti mismo?
Los impulsos de mal genio que tengo a veces, pero enseguida me arrepiento y pido perdón.
¿Cuándo fue la última vez que estuviste desnudo delante de otra persona?
Hace una semana. A mí me gusta practicar nudismo, con lo cual yo estoy desnudo en la piscina. También me gusta ir a playas nudistas, lo que pasa es que soy muy discreto y nunca me han pillado (risas). Ahora ya no podré ir? ¡Por hablar! (risas).
¿Cuál ha sido el último mensaje de móvil que has recibido y has guardado y qué decía?
De Paloma Cuevas, para decir que no podía asistir al estreno de mi obra de teatro. Me mandó un mensaje muy largo y muy emotivo, mandándome todo su cariño. Es una persona a la que adoro.
¿La situación más embarazosa de tu vida?
Desde vivir un atraco en mi casa? También, hace unos veinte años, me asaltaron en Madrid, en la calle Velázquez, mientras estaba en mi coche. Los atracadores que quitaron todo: la documentación, el coche y la ropa. Me dejaron desnudo en mitad de la calle Velázquez. Sin calzoncillos. ¡Me quitaron todo! Yo vivía en la calle Ayala y tuve que salir corriendo hasta llegar a mi casa en pelota picada.
Si fueras invisible por un día, ¿qué sería lo primero que harías?
Dar alguna sorpresa especial. O meterme en una casa o en un salón, para cotillear. Meterme en el palacio de la reina Isabel II de Inglaterra, conocer los salones y ver cómo vive en la intimidad esa familia, que tiene tanto protocolo.
¿Alguna vez has robado?
Nunca. Ni una servilleta en un sitio. Cuando he visto algo en un sitio que me ha gustado, un palillero o un detalle, lo he pedido. Pero ¿robar algo? Nunca. Ya me han robado a mí (risas).
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