La veterana presentadora continúa ingresada en la Fundación Jiménez Díaz tras sufrir una isquemia cerebral hace casi una semana. Comienza a recibir sus primeras visitas y una de ellas, Jesús Mariñas, ha desvelado su conversación.
El periodista lo ha relatado en su columna de La Razón. Asegura que no le dejaron ver a su amiga hasta la tercera visita al hospital, ya que no convenía alterar a María Teresa. Finalmente, la vio y ella le relató cómo fue el ataque: "Veía mal del ojo derecho, pero lo atribuí quizá a una legaña. Me acosté de nuevo y me reincorporé al rato. Noté que me tambaleaba. Entonces llamé, le advirtieron a Gustavo (mi chófer) y me llevó a la clínica de mis doctores de siempre. Al comprobar que se trataba de algo gordo, que precisaba mayor asistencia, me trajeron aquí", le contó ella.
Campos es consciente de la importancia de su dolencia y quiere cuidarse más: "Desde que me di cuenta de lo que tenía, no dejo de pensar en que Miguel Boyer murió de esto".
Además, aseguró que su evolución será la que 'decida' si su pareja, Bigote Arrocet, es o no informado en la isla de Supervivientes de lo que ha sucedido: "Decidiré si lo hago según me vaya encontrando. No quiero asustarlo innecesariamente ni que se retire de algo que sé que le hacía muchísima ilusión. Me opuse a que concursara en Honduras, pero es su vida y siempre decía que quería probar si se mantenía como trece años atrás, cuando compitió en una experiencia parecida. Ya decidiré si le advierten de lo ocurrido esta semana, dependerá de cómo me encuentre y cómo evolucione los próximos días".
La evolución de María Teresa Campos es lenta y favorable aunque este mismo sábado sufrió una subida de tensión que preocupó a los médicos. Al parecer, las visitas alteran emocionalmente a la presentadora, algo poco recomendable en estos momentos, por lo que los médicos han restringido las visitas a su habitación nuevamente.
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