La loca y oscura teoría de la muerte de la cantante, cuyo origen se sitúa en Brasil hace varios años, ha vuelto de nuevo a las páginas de los principales medios mundiales. Tal es el bullicio en torno a la extraña historia que la propia artista ha salido al paso de los rumores para asegurar que está "muy viva".
Según la curiosa teoría, Avril Lavigne (32) acabó con su vida poco después de sacar su primer álbum, en 2002, debido a la depresión que sufría por aquel entonces. Desde ese momento, fue reemplazada por Melissa Vandella, una actriz que goza de un gran parecido con la verdadera cantante y que se habría hecho pasar por ella hasta la fecha.
Las grandes diferencias que existen en la imagen pública y en las canciones desde su primer disco hasta el siguiente, lanzado tan solo un año después, son las razones principales que han provocado la creación de esta teoría.
También han despistado a muchos sus retoques estéticos, pues los fans de la canadiense incluso señalan que hasta los lunares de su piel han cambiado de lugar. Sus dientes tampoco son los mismos y la forma ovalada de la cara pasó a ser más redonda dos años después de su debut.
La muerte de su abuelo y el creciente e inesperado éxito serían los motivos que provocaron el supuesto suicidio de Lavingne. Tal y como aseguran los creadores de la teoría, sus últimas canciones están repletas de pistas sobre su misteriosa desaparición. Otros seguidores, sin embargo, achacan este cambio de look y estilo a una madurez temprana de la cantante.
Cansada de esta historia, Avril ha declarado a Daily Mail que está "muy viva" y que esta situación le parece "ligeramente divertida". La cantante anunció el pasado año que sufría la enfermedad de Lyme, una dolencia bacteriana que le obligó a retirarse de los escenarios y que la sumió en una profunda tristeza.
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