El pasado martes 28 de febrero finalizó el contrato de arrendamiento del piso de la madrileña calle Velázquez donde Carmen Martínez-Bordiú ha vivido estos últimos cuatro años. Según adelantó Informalia, el contrato fue firmado por Luis Miguel Rodríguez, conocido como El Chatarrero, y propietario de Desguaces La Torre. Tras la finalización del acuerdo, el empresario no quiso renovar el alquiler a la que fue su novia y ahora le ha dado un mes para abandonar el piso.
La situación ha provocado a la nietísima un gran cabreo, tal y como señala Corazón TVE: "Está enfadada y nerviosa. Sobresaltada ante el cambio de vida que se le avecina", revela la revista. "De alguna manera pensaba que se quedaría allí para siempre, estaba muy cómoda y nada hacía presagiar este final", relata una fuente cercana al medio.
Carmen Martínez Bordiú tiene un mes para abandonar la vivienda. Y es que el 16 de junio dos camiones debidamente contratados por Rodríguez se presentarán allí para hacer la mudanza. De esta forma, la nieta de Franco tendrá que marcharse del magnífico apartamento de 600 metros cuadrados, cuyo alquiler de casi 6.000 euros pagaba su ex novio, Luis Miguel Rodríguez, desde hace cuatro años.
Debido a este próximo 'desalojo', Carmen se ha puesto las pilas en la búsqueda de piso y ha encontrado una vivienda en la calle de Ortega y Gasset, también en pleno centro de Madrid. Eso sí, su nueva residencia es más pequeña que la anterior, por lo que tendrá que buscar un lugar para guardar todos sus valiosos cuadros y otros objetos.
El fin de una apasionada historia de amor
Carmen y Luis Miguel han vivido una apasionada historia de amor, según le confesó la propia Martínez Bordiú a Bertín Osborne en el programa En tu casa o en la mía. En dicha entrevista, realizada precisamente entre las antigüedades, muebles de época y valiosas obras de arte con las que ella había decorado el piso, reconoció que la única vez que se había enamorado en su vida había sido de este empresario hecho a sí mismo, considerado "el rey de la chatarra".
Por Luis Miguel dejó Carmen a su tercer marido, el santanderino José Campos. Y precisamente en un camión de Desguaces La Torre trasladó todas sus cosas de la capital cántabra al piso de la calle Velázquez en marzo de 2013. Pero la relación entre Luismi y Carmen, como le llaman sus amigos, tuvo muchos altibajos. En estos años, Luis Miguel se divorció de su esposa María Asunción. Pero recuperar su libertad no le animó a formalizar su relación con la nieta mayor de Franco.
Y un día, en agosto de 2014, ella anunció en ¡Hola! que rompía con Luismi, "harta de sus infidelidades". Sin embargo, la ruptura fue sólo de palabra. La atracción fatal pudo más que el sentido común y se resignó a compartirlo con otras mujeres. Iban juntos a los toros, Luis Miguel frecuentaba en Madrid la casa de Carmen Franco, una señora a la que admira y respeta, pasaba algún fin de semana de verano en el Pazo de Meirás con la familia Franco, y seguía pagando la renta de la calle Velázquez, donde dormía de vez en cuando (seguramente acompañado). Pero la historia de ese piso compartido y okupado se ha terminado y la inquilina busca otro alojamiento.
Aunque una revista del corazón publicó hace unos meses que, con motivo del 66 aniversario de Carmen Martínez Bordiú el pasado 26 de febrero, Luismi le había regalado el piso en cuestión, por el que había pagado 3 millones de euros, la información no era cierta, como pudo saber este medio. Luis Miguel Rodríguez ha dado por concluida su etapa de amante en el barrio de Salamanca y le avisó a Carmen que se buscara la vida. Eso sí, avisó con el mes de anticipación que exige la Ley de Arrendamientos Urbanos.