La reina y su marido han asistido este jueves a la entrega del Premio Cervantes a Eduardo Mendoza. La ceremonia ha tenido lugar en la Universidad de Alcalá de Henares, a la que Letizia ha acudido con un vestido de Felipe Varela que fue acusado de supuesto plagio hace unos meses.
Fue el pasado mes de octubre, durante el día de la Fiesta Nacional. Letizia estrenó este vestido-abrigo de su diseñador fetiche, confeccionado en tweed y con elaborados bordados florales de cristal y georgette en negro. Un modelo que fue señalado por su enorme parecido con un vestido de Oscar de la Renta de 2011 y que recogió muchas críticas en Twitter.
A pesar de ello, la monarca no lo ha desterrado de su armario y lo ha lucido este jueves con sus salones de Magrit en tonos nude, al igual que la cartera, y los pendientes de diamantes y perlas australianas, una de las piezas favoritas de su joyero particular.

Letizia se ha mostrado muy cercana con la gente que esperaba su llegada a la Universidad, a los que ha saludado, y especialmente cariñosa con Eduardo Mendoza, el escritor que ha sido galardonado con el premio este año.

