La hermana de Felipe VI ha disfrutado de una Semana Santa muy rural junto a su marido y sus hijos en Ciudad Real. La familia se ha alojado en La Toledana, una finca de 2.000 hectáreas que se encuentra en el término municipal de Retuerta del Bullaque.
La propiedad del lugar pertenece a la familia Borbón-Dos Sicilias, siendo don Carlos de Borbón-Dos Sicilias y Borbón-Parma, primo del rey Juan Carlos, quien disfrutó de ella durante décadas. El también duque de Calabria e Infante de España falleció hace dos años a los 77 años. Tras su muerte, la finca fue heredada por su hijo primogénito, Pedro de Borbón-Dos Sicilias, quien ahora ha invitado a pasar unos días allí a la infanta Cristina y a su familia.
La presencia del matrimonio y sus hijos no pasó desapercibida para los vecinos de la zona, quienes se mostraron sorprendidos al verles paseando por los alrededores de La Toledana.
El Jueves Santo, además, Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin acudieron a la iglesia parroquial de San Sebastián de Porzuna, a pocos kilómetros de la finca, para participar en la función religiosa de los Santos Oficios. Allí se fotografiaron con algunos paisanos, tal y como se aprecia en las imágenes colgadas a las redes sociales.
Tras unos meses más que movidos, con la sentencia del Caso Nóos de por medio, la familia ha preferido buscar la tranquilidad de un pueblo castellano-manchego y alejarse por un momento del foco mediático que siempre les persigue.
La Infanta y Urdangarin en Ciudad Real se fotografían con sus siervos. Que vergüenza pic.twitter.com/ceGBJCoWR7
? miguel angel muñoz m (@MSpartako) 17 de abril de 2017
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