Desde que se convirtió en madre hace un año, la actriz ha tenido claro que quería preservar la intimidad de su hijo, por lo que ha evitado mostrarle al público. Sin embargo, hace unas semanas sucumbió a los encantos de las redes sociales y colgó una imagen del pequeño Jonathan.
"A veces tienes que cometer errores para ver las cosas con claridad. Nunca había puesto una foto de mi hijo y decidí subir una en la que solo se veía la parte de atrás de su cabeza. Y casi nada más hacerlo, habría deseado no haberlo hecho. Sentí que había roto un acuerdo invitando a la gente a mi vida", ha declarado Anne Hathaway en una entrevista en Jezebel.
En la instantánea se puede ver al bebé de espaldas mirando cómo su madre da un discurso en la ONU a través de una pantalla de ordenador. Los comentarios de sus seguidores no fueron nada negativos pero eso no le importa.
La protagonista de El diablo se viste de Prada lleva apenas dos años en Instagram, donde apenas publica imágenes de su vida privada. La única ocasión anterior a ésta en la que sobrepasó su propio límite impuesto fue cuando anunció que estaba embarazada.
Lo hizo con una instantánea en la playa en la que lucía barriguita con un biquini rojo. Al parecer, Hathaway se dio cuenta de que la estaban persiguiendo los fotógrafos y quiso poner de su parte. "Para que haya una imagen mía dando la vuelta al mundo, prefiero que sea ésta, que me hace feliz y tiene mi consentimiento", tituló entonces.