Tras pasarle el 'testigo' presidencial a Donald Trump este viernes en la investidura del nuevo presidente y abandonar la Casa Blanca definitivamente, el matrimonio ha decidido desconectar y relajarse en un paraje privilegiado de las Islas Vírgenes, propiedad de Richard Branson.
Sol, mar, palmeras, cocos... Ése es el día a día de Barack y y Michelle Obama ahora. Al menos por unos días. El ex presidente y la ex Primera Dama se han tomado una vacaciones en el paraíso, concretamente en Necker Island, una propiedad de 300.000 metros cuadrados que pertenece al empresario Richard Branson. Se alojan en un exclusivo hotel cuyas suites alcanzan el precio de 6500 euros la noche.


Según informa The Virgin Islands Daily News, los Obama se están divirtiendo practicando deportes acuáticos, relajándose en el spa y haciendo amigos en las fiestas privadas del lujoso hotel. Además el medio asegura que los casi 90 trabajadores del complejo están encantados, ya que tanto Barack como Michelle se muestran muy amables con todos ellos y no han dudado en fotografiarse de lo más sonrientes.