El DJ presenció junto a su mujer, Irene Rosales, y sus hijos, Francisco (fruto de su relación con Jessica Bueno) y Ana, la tradicional cabalgata de los Reyes Magos en Castillejo de la Cuesta (Sevilla). Pero lo que iba a ser una tarde en armonía se transformó en una auténtica batalla a caramelazo limpio entre el hijo de Isabel Pantoja y los Reyes Magos.

Todo comenzó cuando sus majestades de Oriente comenzaron a lanzar caramelos a los niños que presenciaban su paso por la localidad sevillana. Algunos de los dulces fueron a parar al rostro de Kiko Rivera, quien gritaba: "¡Quillo, vale!", solicitando que cesaran en su labor.

Enfadado por el proceder de los Reyes Magos, Paquirrín entonces decidió tomarse la justicia por su mano, por lo que recogió los caramelos que había en el suelo y empezó a dispararlos con fuerza contra los Reyes, ante la sorpresa de las personas que contemplaban la escena.

Mientras Kiko se enfrascaba en su particular batalla, su esposa, con Ana en brazos, y el pequeño Francisco disfrutaban de la presencia de los mágicos monarcas. Irene, además, retraba con su móvil las felices escenas de la familia.

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