La modelo ha decidido dar la cara para explicar todos los pormenores de su divorcio con Feliciano López y aclarar algunas de las informaciones que se han publicado en las últimas semanas: "Pedí una pensión compensatoria de 120.000 euros, pero estoy replanteándome renunciar a ella".
Una vez más, Alba Carrillo ha utilizado la vía de la exclusiva para dar a conocer todos los detalles del tenso proceso de separación que vive con el que todavía es su marido. La modelo ha asegurado a la revista Hola que no quiere nada que no le pertenezca legalmente: "Tal y como me aconsejó mi anterior abogada, pedí una pensión compensatoria de 120.000 euros, aunque ahora estoy replanteándome renunciar a esa cantidad". Y no es lo único que quiere rechazar: "Cuando me fui, Feli se ofreció a pagarme el alquiler y los gastos un año, pero ahora estoy replanteándome renunciar a ello".
De hecho, Alba ha contratado a una nueva abogada, Teresa Bueyes, que está cambiando toda la estrategia de su cliente: "Contraté a Teresa porque es una persona que, además de manejar el derecho, sabe hablar con los medios, y a mí esto me supera a muchos niveles", confiesa Alba.
Uno de los puntos más espinosos del divorcio es la famosa cláusula de separación de bienes que se firmó seis meses después de la boda con carácter retroactivo. Alba lo explica con todo detalle: "Feli me dijo que era bueno por temas fiscales y yo no tuve ningún problema, me prepararon una escritura supuestamente estándar en la que se disolvían los gananciales hasta el momento y yo la firmé sin comprender el contenido. Creo que en ese momento, él ya estaba pensando en el divorcio", asegura. La modelo no está dispuesta a renunciar a lo que cree que es suyo: "Vamos a plantear una demanda de nulidad que declare la inexistencia de esa cláusula, porque la liquidación del inventario aún no se ha producido".
Alba asegura que a nivel emocional empieza ya a recomponerse, aunque sigue visitando a un psicólogo y a un psiquiatra para superar la situación: "Al principio no me podía levantar de la cama, era un trapo". Ahora, más fuerte, anuncia medidas contra los que la han insultado estos meses: "He tenido que escuchar muchos comentarios sexistas y denigrantes, además de insultos muy zafios simplemente por pedir algo que la ley otorga", afirma. Además, asegura haber hecho una buena 'limpieza' de agenda: "Me he sentido traicionada por muchas personas y que me han dado muy malos consejos. Los he eliminado de mi vida".