Los hermanos han disfrutado de una fiesta por todo lo alto este fin de semana. Eso sí, al otro lado del charco. Fran y Cayetano han volado hasta México para acompañar a su íntimo amigo, el millonario Manuel Espinosa, en su día más importante: su boda con Mariana Quintanilla.
La celebración tuvo lugar en la Antigua Hacienda San Mateo, situada en Atlixco, en el estado de Puebla. Una boda de altos vuelos a la que Fran Rivera asistió con su hija Tana (Lourdes Montes se quedó en Sevilla con la pequeña Carmen), que formaron parte del coro que amenizó la entrega del ramo de la novia a la Virgen.
También estuvieron Cayetano y su mujer, Eva González. La presentadora, guapísima con un modelo aguamarina, y su pareja se mostraron de lo más discretos, mientras que Fran se convirtió en el alma de la fiesta cuando, a altas horas de la madrugada, se lanzó a bailar flamenco con el resto de invitadas mexicanas.
No fueron los únicos invitados españoles. También acudió el torero Enrique Ponce, que se lanzó a cantar sus populares rancheras y a brindar por los recién casados: "Con mis admirados amigos, el mariachi 2.000!!! En la boda de mis queridos amigos Manolo y Mariana. Todo un lujo, una boda de cuento!", escribía en las redes sociales.
Manuel Espinosa proviene de una de las familias más acaudaladas de México. Su padre, del que 'heredó' el nombre entre otras muchas cosas y que falleció en el año 2000, fue una de las figuras más destacadas en el mundo de los negocios y las finanzas del país en el siglo XX. Convirtió una empresa de cines en la Compañía Operadora de Teatros, la cadena audiovisual más importante del país, y logró que el Banco de Comercio de México fuese una de las cámaras más importantes y de mayores alcances tecnológicos en América Latina: Bancomer.
Manuel y Mariana, una reconocida modelo mexicana, se prometieron el pasado mes de julio después de varios años de relación. Ella está muy integrada en la pandilla de amigos de su recién estrenado marido e incluso compartió con ellos unas espléndidas vacaciones en Acapulco para celebrar el cumpleaños de Manuel y que Cayetano y Eva tuvieron que interrumpir por la muerte de la duquesa de Alba, a la que ellos estaban muy unidos.
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