La cita de Donald Trump y Barack Obama de este jueves en la Casa Blanca fue larga y cordial, un intercambio de cumplidos que sorprendió a más de uno después de los golpes entre el presidente saliente y el que llega. Una de la declaraciones del triunfador republicano se refería a otro encuentro que se producía a pocos metros del histórico acontecimiento: "A Melania le ha gustado la señora Obama", dijo.
En efecto, cerca del Despacho Oval, en el salón amarillo, las primeras damas tomaban el té mientras el líder del mundo libre se empezaba a pasar los trastos a su sucesor. En la recepción de Michelle Obama a Melania Trump, la esposa del presidente electo de Estados Unidos, estas dos mujeres tan diferentes no quisieron exhibir su nuevo 'amor' en público. Tal vez por eso este encuentro se llevó a cabo lejos de los periodistas, mientras sus respectivos maridos se alababan en el Salón Oval.
"Michelle tuvo la oportunidad de recibir a la futura primera dama y hemos tenido una excelente conversación con ella", comentó Barack Obama, con Donald Trump sentado a su lado, decía ante las cámras de televisión el todavía líder del mundo libre. No han trascendido los temas de conversación entre Michelle y Melania pero el protocolo y la tradición nos dicen que el primer encuentro entre la primera dama y su sucesora se habla sobre la manera de vivir en la Casa Blanca y cuestiones familiares, no peliagudas, que no lleven a discrepancia alguna. Pura diplomacia.
Sin embargo, durante la campaña, Michelle Obama pronunció discursos en los que no escondió su preferencia por Hillary Clinton, como es lógico. Hace menos de un mes, calificaba de "aterradora" la actitud de de Trump contra las mujeres. En julio, durante la convención demócrata, denunció la existencia de un "lenguaje de odio que no representa el espíritu del país". Melania apenas se implicó en la campaña de su marido: fueron polémicos su discurso coipiado precisamente a Michelle Obama, o el descubrimiento de que había mentido en su currículo, al afirmar que tenía la carrera de arquitectura cuando abandonó los estudios en el primer año. Sin embargo, en Pensilvania hizo un discurso en donde prometió dedicar sus esfuerzos a causas sociales si llegaba a primera dama, y resaltó su condición de inmigrante, luchadora y madre abnegada en un territorio que luego ha sido crucial en la victoria de Trump.