La aparente amabilidad de la modelo con la prensa parece haberse esfumado. Las sonrisas y sus irónicas contestaciones han dado paso a una actitud fría y distante que se hizo patente la pasada semana en Madrid, y que incluso acabó con la maniquí en comisaría.
Alba Carrillo caminaba tranquilamente por la calle junto a su madre, Lucía, tras dejar a su hijo Lucas en el colegio. Como es habitual, sus pasos eran seguidos por varios periodistas que le preguntaban sobre su estado de ánimo y las últimas novedades en su relación con Feliciano López.
En un momento dado, la modelo desviaba su camino y entraba en una comisaría. Los reporteros, sorprendidos, preguntaban a su madre qué hacía su hija allí, a lo que ella respondía: "Ha entrado para denunciaros".
Una vez salió de las dependencias policiales, Alba, que continuaba muy enfadada, se negaba a contestar las preguntas de la prensa, simulando que hablaba por teléfono. Hasta que entraba en un coche y cerraba con un portazo, haciendo aún más ostensible su cabreo.
Este cambio de actitud con la prensa se debe a la difícil situación que atraviesa y que este lunes ha tenido un capítulo más. Y es que, según informa El Programa de AR, Alba exige el 50% de los ingresos de Feliciano durante los primeros seis meses que duró su matrimonio, tiempo en el que aún no habían firmado la separación de bienes.