Aunque parezca difícil en estos momentos, aún hay diputados del PSOE que apoyan al que hasta el sábado era el líder del partido. Una de ellas es Susana Sumelzo. Esta zaragozana de 46 años, ahora secretaria de Administraciones Públicas de la Comisión Ejecutiva Federal del partido socialista y diputada en el Congreso por Zaragoza, ha mostrado una vez más su apoyo a Pedro Sánchez al tiempo que ha mantenido su oposición al dirigente del PP, Mariano Rajoy.
"No nos abstendremos aunque lo ordene el Comité Federal", ha declarado Sumelzo. La opinión es compartida entre los más cercanos al excandidato del PSOE, quienes cierran filas en torno a la figura de Sánchez.
La contundente frase de Sumelzo no hace más que reafirmar la confianza en 'su' líder. Una actitud que le ha llevado a ser "vetada" y "apartada" por su propio partido en Aragón. Según reveló ella en su perfil de Facebook, todo corresponde a una maniobra de Javier Lambán, secretario general del PSOE en Aragón y presidente de esta comunidad.
Nacida en 1969, Sumelzo milita en el PSOE desde hace más de 20 años. Se licenció en Derecho en Zaragoza antes de trasladarse a Madrid para cursar un postgrado en Desarrollo Económico Local. Durante estos años trabajó como abogada en un despacho.
Su primera incursión en el mundo de la política tuvo lugar en la Diputación de Zaragoza, ciudad ligada íntimamente a su carrera. Desde ese momento, Susana Sumelzo protagonizó una meteórica carrera que culminó como diputada socialista en el Congreso. De la mano de Sánchez, además, se convirtió en miembro de la Ejecutiva Federal socialista.
Pero no todo han sido luces. En 2011, el presidente del Gobierno regional de Aragón, Marcelino Iglesias, adjudicó un megacontrato de 575 millones de euros a una UTE participada Sumelzo SA, según Okdiario. Curiosamente, esta constructora está dirigida por el padre y el hermano de la diputada del PSOE. Ella misma incluso fue apoderada de la empresa durante varios meses entre 2007 y 2008. El asunto, no obstante, fue archivado sin admitir a trámite.
Activa en redes sociales, comparte su día a día, siempre desde el prisma político, en Twitter y Facebook. En ambos espacios virtuales se declara solidaria con los demás, amante de los libros y muy maña. Pero, por encima de todo, muestra su amor a Sánchez. Es una de las últimas 'sanchistas' y lo sabe. La resistencia empieza por ella.
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