Apenas 24 horas después de anunciar su divorcio, las cosas empiezan a ponerse feas entre los protagonistas de Señor y Señora Smith. ¿La razón? Los seis hijos de la pareja. Tanto Brad Pitt como Angelina Jolie quieren la custodia de sus niños (tres biológicos y tres adoptados) y están dispuestos a luchar con uñas y dientes para conseguirla.
Todo apunta a que la separación de la pareja más querida de Hollywood no va a ser nada fácil. A pesar de que habían firmado un acuerdo prenupcial en el que determinaban el reparto de su fortuna y la custodia de los niños, parece ser que un 'despiste' de Jolie (que no dio la orden de activar dicho acuerdo cuando interpuso la demanda de divorcio) lo ha dejado invalidado.
El documento, que Pitt y Jolie firmaron antes de darse el "sí, quiero" en Francia el 23 de agosto de 2014, dictaba que si la pareja se separaba por una infidelidad de él, la custodia total de sus seis hijos sería para la madre. De esta manera, de confirmarse los escarceos de Pitt con Selena Gómez o Marion Cotillard (cuyas pruebas, supuestamente, consiguió un detective privado contratado por Angelina), ella sería la tutora legal de sus hijos y su ya ex pareja sólo tendría derecho a visitarlos.
Ahora, con el acuerdo invalidado, la web estadounidense HollywoodLife asegura que el protagonista de Seven no va a conformarse con visitar a sus hijos. Brad Pitt está dispuesto a luchar por la custodia de los niños, Maddox, Pax, Knox, Zahara, Vivienne y Shiloh.

Además, el reparto de sus bienes también quedaría invalidado. El acuerdo dictaba que cada uno se quedaría con lo que en su día aportó al matrimonio (alrededor de 400 millones de dólares en total), mientras que los ingresos en régimen de bienes gananciales (los de los últimos dos años) se repartirían entre sus hijos en seis partes iguales. Este acuerdo podría ser nulo y Pitt y Jolie tendrían que pelear en los tribunales por su inmensa fortuna. Una guerra en la que el protagonista de Leyendas de pasión podría sufrir y mucho: Angelina ha contratado a una abogada conocida como 'el pitbull de los divorcios' en Hollywood, Laura Wasser, famosa por llevar los procesos de Melanie Griffith, Demi Moore o Kim Kardashian y que ya veló por los intereses de Jolie cuando ésta se divorció de Billy Bob Thornton en 2003.