Parecían las aguas calmadas pero nada más lejos de la realidad. La tonadillera continúa su guerra contra la que fue niñera de sus hijos y la demanda que le interpuso el pasado mes de junio comenzará a resolverse en sólo dos semanas. En septiembre, Isabel Pantoja exigirá un castigo a Dulce en los juzgados de Sevilla por haber aireado los secretos domésticos de Cantora durante su estancia en el programa Supervivientes.
A la cantante no le hace ninguna gracia volver a los juzgados, pero está decidida a frenar todo el 'circo mediático' que la rodea y del que participan sus propios hijos. De hecho, mientras Dulce hablaba de Cantora y de las relaciones entre madre, hijos y hermanos, la propia Chabelita defendía a su niñera a capa y espada, ante el enfado de su madre. Seguro que ella será un gran apoyo para Dulce durante el proceso, ya que parece que la niñera tiene todas las de perder, pues existe un artículo específico en la ley de Intromisión al Honor e Intimidad en el que se considera un delito que las personas contratadas como empleados domésticos cuenten lo que sucede en el hogar familiar.
Ésta será la segunda salida de Isabel Pantoja de Cantora desde que consiguiera la libertad condicional. La tonadillera sigue recluida en su finca, que sólo abandonó una noche a principios de julio para acompañar a su hijo Kiko, su prometida Irene y su hermano Agustín a cenar. El círculo cercano de la viuda de Paquirri asegura que sufre agorafobia (pánico a los espacios abiertos) y que sigue muy afectada por su estancia en prisión. Por ello, su regreso a los escenarios sigue en el aire.
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