Athina Onassis y Doda Miranda van a muerte con su separación. El jinete reclama más dinero del estipulado en el contrato prenupcial y la nieta del armador griego ha contratado al que está considerado el mejor abogado del mundo para divorcios, Robert Stephan Cohen.
Es el mismo que representó a Ivana Trump en su disputa con el actual candidato republicano a presidente de los Estados Unidos. Donald Trump perdió hace ahora 26 años contra su ex y pagó en aquel entonces 18 millones de euros en efectivo, además de varias propiedades. También ha defendido a celebridades como Michael Bloomberg (alcalde de Nueva York), James Gandolfini (Tony Soprano), Charlotte Sarkozy (ex mujer de OIlivier) o la actriz Uma Thurman.
Athina y Doda firmaron un acuerdo prenupcial que separaba sus bienes y según el cual cada uno se quedaría con el patrimonio que poseía antes de casarse. En caso de divorcio, siempre según el contrato aireado por la prensa griega, el brasileño recibiría 900.000 euros por cada año de matrimonio. Eso supondría unos diez millones de euros, ya que estuvieron casados 11 años. "Ella es la heredera, yo soy solo su marido. Si tuviéramos un hijo sería el heredero, pero yo no tengo nada que ver con la fortuna Onassis. Era fundamental que esto quedara claro desde el principio", declaró el jinete en una entrevista publicada en la edición británica de Hola. Pero parece que ahora quiere más.
Estas discrepancias han saltado a la prensa justo cuando se ha conocido que Doda va a competir en los Juegos que se celebran en su país. Lo hará con uno de los caballos que adquirió durante su matrimonio con Athina, un pura sangre llamado Cornetto. "Llego a Río sabiendo que tengo un caballo que hace que dependa tan solo de mí mismo disputar una medalla individual. Si me toca un día iluminado, puedo pelear también por un oro individual", ha señalado el ex de Athina a un diario de Sao Paulo.
Doda espera incrementar su colección de medallas olímpicas a sus 43 años y es la gran esperanza del equipo local. Recordemos que cuenta ya con dos bronces conseguidos en Atlanta 1996 y Sidney 2000.
La separación de la pareja tras once años casados llegó después de que la hija de la fallecida Cristina Onassis descubriera una infidelidad de su marido. La heredera decidió entonces poner fin a su matrimonio y ahora espera que el letrado Robert Stephan Cohen, una eminencia en este tipo de conflictos, haga que no le salga caro el divorcio. O al menos lo menos caro posible, aunque creemos que la minuta del abogado le va a salir por un pico.
Comparte esta noticia
