La finca de Can Poleta de Pollença, en Mallorca, propiedad de Mario Conde, ha salido a subasta en vía de apremio, sin puja mínima y por un valor de 3.923.117 euros, pese al recurso presentado por el exbanquero, tal y como publica este jueves el diario local Última Hora.
Conde paralizó en un principio la venta pública de Can Poleta hace un mes tras presentar un recurso con el objetivo de recomprar la finca, derecho que le asiste por ley, como a todo los propietarios, que cuentan con prioridad si presentan una contraoferta.
Pero según fuentes del servicio común de ejecutorias de la Audiencia Nacional citadas por el diario, la subasta de Can Poleta y otras tres fincas más se está celebrando desde el pasado 22 de julio y nadie se ha interesado por ellas.
La cantidad reclamada por los inmuebles asciende a 20.650.877,47 euros, y el importe del depósito que deben aportar los licitadores se eleva a 196.150 euros. El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz acordó el embargo de la residencia habitual de veraneo de Mario Conde y de su familia al llegar a la conclusión de que el exbanquero, investigado en una presunta trama de blanqueo de dinero, era el verdadero propietario de Can Poleta.
También han salido a la venta otras de las propiedades rústicas del exbanquero en Mallorca. Conde había intentado esquivar su deuda económica alegando que estaban a nombre de una sociedad radicada en Luxemburgo.
Conde pasó en Can Poleta muchos veranos con la que fue su mujer, Lourdes Arroyo. Allí pasó temporadas convaleciente de su enfermedad. Fue precisamente su suegro quien compró Can Poleta. "Tenía 25 años. Me acababa de casar. Toda mi vida mis veranos transcurrieron en Galicia. Allí conocí a mi mujer, Lourdes Arroyo. Pues bien, después de casarme, ella y su familia, que nada tenían que ver con Mallorca, decidieron que el lugar ideal para pasar el verano eran estas islas. Mi suegro, el padre de mi mujer, gustaba de navegar y decía que aquí, en las aguas costeras de Mallorca, no hay piedras ni bajos ni mareas ni corrientes. Mi mujer estaba de acuerdo y como yo soy muy obediente con los que mandan bien y muy rebelde con los que mandan mal, que de estos hay bastantes, obedecí, porque mi mujer me mandaba muy bien", explicaba Conde en un pregón tal y como ha sido recogido por El Confidencial. Conde se encuentra en libertad condicional desde el pasado 17 de junio, después de pagar los 300.000 euros de fianza.