Gordiflaco, lorzalamero, sanigordo... o fondón de toda la vida. La moda de los hombres fofisanos llega hasta a los galanes que nos han enamorado durante años con sus cuerpos atléticos y sus miradas seductoras, dejando atrás decenas de mujeres completamente locas por sus 'bodies'.
Parece que el último famoso en apuntarse a esta tendencia (dícese del hombre que luce sus michelines sin ningún tipo de complejo) ha sido José Coronado. En las dos últimas semanas hemos visto al actor pasear su tripita y un blanco casi nuclear en la piel, además de toda una mata de vello en el pecho, por las playas de Ibiza junto a su novia, Elena González.
No es habitual ver a Coronado, uno de los mejores actores de este país y todo un seductor en el arte amatorio, en traje de baño, pero este verano ha decidido regalarnos unas instantáneas que demuestran que el cuerpo del intérprete ya no es el que era.

Junto a su chica (con la que se dio un tiempo justo hace un año para mantener un amor de verano con Eugenia Martínez de Irujo), ha paseado por las playas pitiusas y se ha dejado ver cual lobo de mar (y no lo decimos por el 'pecholobo') a bordo de un yate también en compañía de su hija Candela, de 13 años, fruto de su relación con Mónica Molina.
A sus casi 59 años (los cumple el 14 de agosto), Coronado presume de tener un Goya en su casa y muchos éxitos televisivos y cinematográficos en su carrera, además de toda una retahíla de amores y una fama de mujeriego que parece haber dejado atrás al lado de la periodista a la que saca casi 20 años.
Eso sí, ya sea un poco más gordito o en perfecta forma, el intérprete sigue levantando pasiones entre maduritas y no tanto. Su voz profunda, su mirada penetrante y su encanto de caballero sigue siendo el mismo que el que encumbró a un jovencísimo Coronado (en la foto con una amiga) como el galán del cine español.

Pero no es el único famoso que en los últimos tiempos se ha relajado con la dieta y el gimnasio para dejar a un lado la tableta de abdominales. Maxim Huerta también ha sido pillado con algún kilo de más hace unos días y ha llegado a confesar que esto no le ha sentado demasiado bien.
Y el verano pasado, otro gran seductor, que enamoró a la mismísima Diosa de Ébano, Naomi Campbell, se unió a la tendencia del fofisano. Fue Joaquín Cortés, que en lugar de lucir tipín de bailaor, nos dejó ver más unas 'lorcitas' muy flamencas.

El precursor de la moda fofisana fue Leonardo DiCaprio. El ídolo adolescente de cara aniñada nos enseñó su 'peor' lado a bordo de un barco hace algo más de un año con una tripa de lo más llamativa. Muchos dijeron que estaba gordo, pero otros, más benevolentes, decidieron llamarle 'fofisano', aludiendo a que el michelín también es bello y hasta saludable.

Los músculos ya no se llevan y si no que se lo digan también a Ben Affleck, que se relajó tras el rodaje de Batman, para el que se puso cuadrado; a Bustamante, que también el verano pasado dejó el gym por una lesión y nos mostró que la perfección no siempre existe en esa casa, y Bardem, Bradley Cooper o el chef Jordi Cruz, que cuando no están trabajando en algún proyecto, 'descansan' de las pesas y el running para lucir un cuerpo 'real' por el que muchas seguirían matando.
